«Pero yo os digo a los que me escucháis: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen.(…)Porque con la medida con que midáis se os medirá.»
Lc 6, 27-38
En la medida en que amaste, tú serás,
serás la parte del amor que hubo en ti,
no me interesan tus esquemas ni tu imagen,
tus poderes ni equipaje,
nada de eso entrará.
Sólo me importa lo que diste
a los más pobres, entregaste a los enfermos,
lo que amaste a los demás.
Quedará el amor que hubo en ti.
¡Cuántas noches has dormido tan tranquilo
aun sabiendo que otros muchos andan mal!
Cómo explicarme que has perdido tanto tiempo
estudiando y trabajando y olvidaste a los demás.
Ahora que quieres, tienes que rendirme cuentas
de lo mucho que has amado, no me interesa más.
Quedará el amor que hubo en ti.
Hoy he reflexionado sobre la lectura del día y en seguida he recordado el caso de un mártir español, Juan Alsina Hurtos de 31 años que murió en Chile, por su misión, bajo la dictadura de Pinochet.
Ésta es la declaración de su verdugo:
“Al llegar al puente Bulnes, mi capitán frenó, y, como lo hacía con cada uno de los que fusilaba, me bajé, saqué a Juan del furgón y fui a vendarle los ojos, pero Juan me dijo: “Por favor no me pongas la venda, mátame de frente porque quiero verte para poder perdonarte”. Fue muy rápido. Recuerdo que levantó su mirada al cielo, hizo un gesto con las manos, las puso sobre su corazón y movió los labios como si estuviera rezando, y dijo: “Padre, perdónalos…” yo le dispare la ráfaga y cayo al tiro. Quería dispararle con la pistola, pero lo hice con la metralleta para que fuera más rápido. (…) Eran las 10 de la noche y de este fusilamiento no me voy a olvidar nunca jamás”.
El ejecutor del crimen, un soldado de 18 años, no fue juzgado por la justicia, se condenó él mismo y se suicidó torturado por la conciencia.
Algo más sobre Alsina en:
http://www.memoriamir.cl/modules.php?op=modload&name=News&file=article&sid=243
¡Gracias María por compartir esta canción! El evangelio de hoy no necesita más comentarios, debería ser la esencia de nuestra vida como cristianos. A mi este evangelio siempre me empuja a examinarme y a descubrir todo lo que debería hacer y no hago. Me impactó leer en una biografía de Gandhi una frase referente al cristianismo: «Cuando usted me convenza de que los cristianos viven conforme a las enseñanzas de Cristo, seré el primero en convertirme». Creo que tenemos la responsabilidad de demostrar al mundo que vivir así es posible. Si no lo hacemos convertimos el mensaje de Cristo en tan solo utópicas palabras bonitas.
Un abrazo
Mariola