Abrazado a la cruz

Sacré Coeur-Descente de Croix Monasteres de Bethléem

Me regalan esta imagen y al verla recuerdo un texto que copié hace tiempo.

«Cuando el sol comienza a calentar cortejo la cruz, tan helada, apoyo mi cabeza en tu pecho, silencioso, quieto, enamorado.

Cierro los ojos y tu luz estalla.

Queda el tiempo silencioso, con la cadencia del amor callado.

Por la tarde, viendo “De Dioses y hombres” me conmueve una escena que la primera vez no había visto con el corazón, con la mirada que me estás dando estos días: Luc, el médico, que lleva sesenta años enamorado de ti, se acera hasta la imagen de tu flagelación- en un cuadro barroco, de luz y de sombras- y apoya la cabeza, tiernamente, en tu pecho, herido de amor. Apoya su cabeza en tu pecho, silencioso, quieto, enamorado.

Cierra los ojos y tu luz estalla.

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