Asómbrate para pensar:
Merleau Ponty señalaba que el origen del pensamiento se encuentra en el asombro, que incluye sensibilidad ante lo real, agradecimiento, humildad, paciencia y apertura al misterio y a la trascendencia. “Lo único que necesitamos para convertirnos en buenos filósofos es la capacidad de asombro.” (Jostein Gaarder)