Apotegmas. El diálogo de los sentimientos

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Cuando nos veamos tentados por la acedia, entonces, con lágrimas, dividamos nuestra alma en dos partes: una parte que consuela y otra que es consolada. Así, sembramos en nosotros mismos, semillas de una esperanza inquebrantable cuando cantamos con el rey David: «¿Por qué te entristeces, alma mía, y por qué te me turbas? Espera en Dios porque le alabaré; salud de mi rostro, Dios mío».

Tratado práctico 27
“El camino a través del desierto. 40 dichos de los padres del desierto” Anselm Grün

Si quieres, puedes convertirte en tu propio consuelo y sino, puedes seguir sufriendo, lo que tú prefieras. Generalmente, cuando estamos mal, nos decimos a nosotros mismos lo mal que estamos y lo reforzamos generando un círculo de malestar. ¿Por qué no romper el monólogo con un diálogo donde uno de los interlocutores sea positivo y nos recuerde que esa situación también la superaremos como hemos hecho con todas las demás de nuestra vida?.

Apotegmas. Examinar los pensamientos

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Sé el portero de tu corazón y no dejes que entre ningún pensamiento sin someterlo a escrutinio. Interroga a cada uno de los pensamientos por separado, preguntándole: «¿Eres uno de los nuestros o te cuentas entre los enemigos?». Y si pertenece a la casa te llenará de paz. Pero si es del enemigo, te confundirá con la ira o te excitará por medio de algún deseo.

Carta 11
“El camino a través del desierto. 40 dichos de los padres del desierto” Anselm Grün

¿Eres libre? Entonces elige qué quieres que entre en tu vida y la afecte ¿qué pensamientos quieres, los que te dan paz o los que te perturban?

Demostremos que somos libres eligiendo lo que me hace bien y rechazando lo que me hace mal.

La elección repetida de algo malo puede convertirlo en adicción y hacer que perdamos la libertad de seguir eligiendo y nos volvamos esclavos. Somos lo que elegimos.

Encontrar el silencio en la ciudad

 

Asimismo, es seguramente necesario considerar cómo también gran parte de nuestra sociedad oscila entre una contradicción en la que, mientras se aparta insatisfecha de las formas de religión tradicionales y sucumbe al materialismo consumista, busca sin embargo cauces espirituales que doten de un sentido a su existencia.


Interior de la capilla Kamppi. K2S Arkkitehtitoimisto. Helsinki, 2012
«Volver a adquirir un sentido de lo espiritual en la ciudad es una forma de resistencia contra la fragmentación de la vida, el individualismo egoísta y la ausencia de lugar posmoderna» asevera Sheldrake. En la delicada sencillez de su arquitectura, la Capilla del Silencio confirma la profunda necesidad de buscar caminos hacia el espíritu.

*Artículo publicado originalmente en Cultura/s Suplemento del Diario La Vanguardia. Barcelona  27/03/2013, Por Alicia Guerrero Yeste

Aquí está Dios. Presencia viva

Dios, en lo que tiene de más viviente y de más encarnado, no se halla lejos de nosotros, fuera de la esfera tangible, sino que nos espera a cada instante en la acción, en la obra del momento. En cierto modo se halla en la punta de mi pluma, de mi pico, de mi pincel, de mi aguja, de mi corazón, de mi pensamiento”
Teillard de Chardin

Albrecht_Durer,_Wing_of_a_Roller,_1512

Jesús crucificado, las cruces, rostros crucificados

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Jesús tu crucifijo
hace entender
las cruces más pequeñas.

Jesús, que tu otra cara
te recuerde en el cielo
nuestras caras.

Jesus! thy Crucifix
Enable thee to guess
The smaller size!

Jesus! thy second face
Mind thee in Paradise
Of ours!

Emily Dickinson

Negación de Pedro. Mirar de amor. Perdón

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Aunque El lo olvidó yo lo recuerdo.
Fue un suceso trivial, hace ya mucho,
cuando Cristo y San Pedro,
en el atrio del Templo, junto al fuego.

«¿Tú no estabas con El?», dijo la sierva,
«No, yo no iba con El», contestó Pedro.
Jesús tan solo le «miro». ¿Podría
comportarse contigo de otro modo?

He forgot — and I — remembered —
‘Twas an everyday affair —
Long ago as Christ and Peter —
«Warmed them» at the «Temple fire.»

«Thou wert with him» — quoth «the Damsel»?
«No» — said Peter, ‘twasn’t me —
Jesus merely «looked» at Peter —
Could I do aught else — to Thee?

Emily Dickinson

Pasión San Mateo III

NUM. 70 ARIA (Contralto, Coro)

Solista:
Mirad, Jesús extiende su mano
Para abrazarnos.
¡Venid!

Coro:
¿Dónde?

Solista:
En los brazos de Jesús;
buscad la redención y misericordia.
¡Buscad!

Coro:
¿Dónde?

Solista:
En los brazos de Jesús.
Vivid, pereced, reposad aquí,
avecillas abandonadas,
¡Quedaos!

Coro:
¿ Dónde?

Solista:
En los brazos de Jesús.

JS Bach»

¿Cómo hablar de Dios? II: un Dios real y humilde

Hablar de Dios quiere decir, ante todo, tener bien claro lo que debemos llevar a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo: no un Dios abstracto, una hipótesis, sino un Dios concreto, un Dios que existe, que ha entrado en la historia y está presente en la historia; el Dios de Jesucristo como respuesta a la pregunta fundamental del por qué y del cómo vivir. Por esto, hablar de Dios requiere una familiaridad con Jesús y su Evangelio; supone nuestro conocimiento personal y real de Dios y una fuerte pasión por su proyecto de salvación, sin ceder a la tentación del éxito, sino siguiendo el método de Dios mismo. El método de Dios es el de la humildad —Dios se hace uno de nosotros—, es el método realizado en la Encarnación en la sencilla casa de Nazaret y en la gruta de Belén, el de la parábola del granito de mostaza. Es necesario no temer la humildad de los pequeños pasos y confiar en la levadura que penetra en la masa y lentamente la hace crecer.

Benedicto XVI, catequesis sobre la fe

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Año de la fe III: la fe

La tercera palabra: la fe. Sobre todo en la realidad de nuestro tiempo, no debemos olvidar que un camino que conduce al conocimiento y al encuentro con Dios es el camino de la fe. Quien cree está unido a Dios, está abierto a su gracia, a la fuerza de la caridad. Así, su existencia se convierte en testimonio no de sí mismo, sino del Resucitado, y su fe no tiene temor de mostrarse en la vida cotidiana, está abierta al diálogo que expresa profunda amistad para el camino de todo hombre, y sabe dar lugar a luces de esperanza ante la necesidad de rescate, de felicidad, de futuro. La fe, en efecto, es encuentro con Dios que habla y actúa en la historia, y que convierte nuestra vida cotidiana, transformando en nosotros mentalidad, juicios de valor, opciones y acciones concretas. No es espejismo, fuga de la realidad, cómodo refugio, sentimentalismo, sino implicación de toda la vida y anuncio del Evangelio, Buena Noticia capaz de liberar a todo el hombre»

Benedicto XVI, catequesis año de la fe

Almería 028

Siempre cantaré. Victoria de los Ángeles.

Me da la sensación de que nuna moriré. No es porque tema a la muerte, ni mucho menos. Me da la impresión de que siempre cantaré, siempre cantaré. No veo un fin. Estoy dentro de la música y no he salido de ella.»
Victoria de los Ángeles

Alabaré al Señor mientras viva, tañeré para mi Dios mientras exista»
Salmo 145

Imprescindibles – Brava VictoriaVer vídeoImprescindibles - Brava Victoria