Permanece lo real

Hay que contemplar la naturaleza mucho y durante mucho tiempo para llegar a la convicción de que lo más atrayente que han pintado los grandes maestros está basado en la vida, en la realidad. Una base de sólida poesía, que siempre ha existido, algo demostrado por los hechos y que, si se busca con suficiente profundidad, puede encontrarse.

Lo que queda del pasado, permanece»
Vicent Van Gogh, Carta a su hemano Theo, enero 1885

Cristo Resucitado de Bramantino

creo que es el retrato más hermoso jamás pintado. Incluso mi ateísmo vacila delante de él. No concibo que alguien pueda pasar ante esa figura sin detenerse. El rostro de Cristo es como una iglesia en la que el sufrimiento y la renuncia se hubieran desposado. Cada inteligencia, al mirarse en ese redentor, comprenderá cosas de las que nunca había oído hablar, pero que siempre había conocido: el miedo a la muerte, el castigo, la culpa, la fidelidad a una idea, la promesa de la belleza»

Prohaska, en Medusa, de Ricardo Menéndez Salmón

Ojos para ver en Tu figura tanta Belleza, tanta vida, tanto misterio escondido. Esos ojos…

Albergar el infinito.

Si en el alma hay un huésped,
no se sale de casa:
¡para qué viajar
si estamos albergando al infinito?

La urbanidad prohíbe
que se le ocurra irse al anfitrión,
cuando está de visita,
el gran Emperador

Emily Dickinson

¿Por qué buscar fuera al que tenemos dentro?

¿No me doy cuenta que en el silencio estoy albergando al infinito?

Milagro cotidiano. Sobre las aguas.

Esta viñeta publicada por El roto, ( El País, 17 de noviembre de 2012), pone  delante de mis ojos la realidad:

vivimos en un milagro permanente, tenemos ojos y no vemos que es así.  No creemos, aunque andemos sobre las aguas. Porque tenemos embotada la comprensión.

Dios mira nuestras increencias y deja que sigamos caminando sobre el milagro de nuestra vdia.

El baile. Ritmo de Dios. Mística.

Andar todos sabemos,
pero bailar con músicas que se oyen
en nuestro corazón
es un asunto más bien delicado.
Tú haces fácil lo que es inexplicable,
sigue sin entenderse,
y el baile que no cesa
explicará a lo vivo tu presencia.

Carlos Pujol, El corazón de Dios

Para tí es mi música, Señor, voy a seguir el camino perfeto.

¿Cuándo vendrás a mí?

La voz que habla callando desde dentro. Silencio de Dios.

En esta larga historia siempre ha habido
silencios que acompañan,
murmullos inaudibles en el aire
como de alguna fiesta en el jardín
de una vaga memoria hecha pedazos.
Tomas las educadas precauciones
de quien teme invadir la casa ajena,
hay que estar más bien solos para oír
en medio del estruendo del orgullo
la voz que habla callando desde dentro».

Carlos Pujol, El corazón de Dios

La soledad sonora,

la soledad que desnuda del ego orgulloso y caníbal,

la soledad silenciosa que permite escuchar Tu voz,

la voz de habla callando desde dentro:

intimior intimo meo.

 

Atención. Revelación. Epifanía artística

Me iba enseñando un libro de pintura japonesa, pasando las hojas, y al llegar a la reproducción del pescador de Ma Yuan me dijo: «Fíjate, el tema de ésta es la atención». 

.Lo de la atención convierte al pescador en un meditador, que como en el zen, consigue  durante ese instante que el observador desaparezca absorbido por lo que observa, identificado con ello».

Pues la atención es, para un artista, pese a la penumbra o niebla en la que a menudo se sostiene, condición necesaria para esa aparición cegadora tan súbita como fugaz a la que llamamos revelación y que a menudo, justamente debido a nuestra distracción, muerde el anzuelo, lo suelta y se va, dejándonos de vacío, dejándonos su vacío.»
 
Narrado por Andrés Trapiello en su blog Hemeroflexia
 
Qué necesario es estar atento en un mundo tan lleno de distracciones.
Para estar atento el silencio. Y la quietud.
Y la mirada en la caña,  y  la caña mecida en el mar, el anzuelo en lo profundo..
Hasta que la puerta se abre
y se accede al Reino que está dentro de nostros.
Ahí la iluminación. Atento.
 

Silencio ante Dios

pero ahora lo único que podía hacer era permanecer quieto y callado, consintiendo que la voz de su Dios llegara hasta él envuelta en el silencio»

Dolores Aleixandre

Quieto para que tú me muevas.

Callado para que tu voz resuene en mis entrañas.

En silencio para ser música y alabanza en tu Palabra.

 

(Desierto de Atacama, Chile)

 

Presencia y respuesta

la escucha de la llamada de la presencia requiere pasar de la superficialidad de la vida (de la pérdida de tiempo existencial, de los apegos, del divertimento insustancial) a la recuperación del centro de la persona;

de la dispersión a la unificación interior en torno al verdadero centro.

De la disipación de sí mismo en un activismo desaforado a la simplificación de la vida en torno a lo único necesario.

Se trata más bien de hacerse disponible, de hacer lugar, de ahondar en el vaciado infinito que Dios ha puesto en su interior, y ponerse a la altura de la realidad por la que el hombre es buscado”

(Juan de Dios Marín Velasco)

Apotegmas. La subdivisión del trabajo

“Hijo mío, trabaja cada día solo tanto suelo como el que ocupa tu cuerpo al descansar; de este modo tu trabajo progresará poco a poco y no te desanimarás”. Cuando el joven escuchó este consejo, lo siguió, y en poco tiempo el campo estuvo limpio y pudo cultivarlo. “Hermano, haz tú lo mismo, trabaja poco a poco y no te desalentarás”.

Apo 1151
“El camino a través del desierto. 40 dichos de los padres del desierto” Anselm Grün

Muchas veces se acumula el trabajo, un montón de pequeñas cosas que tenemos que hacer y que nos bloquean. ¿Por dónde empezar? ¿qué hacer? Y al final no hacemos nada…

Que mal está el mundo… es que la juventud… es que los políticos… es que la Iglesia… es que las familias… es que la crisis… hay demasiadas cosas que arreglar, no se puede hacer nada…

Lo mismo: tengo que tomar conciencia de la realidad y trabajarla en dosis asequibles que me permitan avanzar. Cada semana, o cada día escribir una pequeña lista de cosas que he de sacar adelante y que pueda cumplir contando además con el descanso necesario.