Según Vladimir Jankélévitch, en su obra Le Pardon, el perdón tiene dos características.
- Es un acontecimiento, no puede basarse en el paso del tiempo, en el olvido.
- Es un don gratuito del ofendido al ofensor.
Se da, por tanto, entre dos personas, por lo que no existe orden jurídico, ni político para el perdón. De ahí que la democracia no puede permitir la aparición de actos de perdón en la esfera pública-política.
Que el Estado o cualquier ente político ( por ejemplo vía indultos, excarcelaciones, reducciones de condena a delitos particulares, en particular delitos de terrorismo) de cobertura a tales prerrogativas es una afrenta a las víctimas, quienes son las únicas que pueden ofrecer el perdón al agresor arrepentido.
Feliz y próspero 2011,