Beato Juan XXIII, santo

El papa Francisco también decidió canonizar a Juan XXIII, sin que se haya anunciado un segundo milagro por su intercesión, como contempla la normativa vaticana

Del discuros de apertura del Concilio Vaticano II

En el cotidiano ejercicio de Nuestro ministerio pastoral llegan, a veces, a nuestros oídos, hiriéndolos, ciertas insinuaciones de algunas personas que, aun en su celo ardiente, carecen del sentido de la discreción y de la medida. Ellas no ven en los tiempos modernos sino prevaricación y ruina; van diciendo que nuestra época, comparada con las pasadas, ha ido empeorando; y se comportan como si nada hubieran aprendido de la historia, que sigue siendo maestra de la vida, y como si en tiempo de los precedentes Concilios Ecuménicos todo hubiese procedido con un triunfo absoluto de la doctrina y de la vida cristiana, y de la justa libertad de la Iglesia.

Nos parece justo disentir de tales profetas de calamidades, avezados a anunciar siempre infaustos acontecimientos, como si el fin de los tiempos estuviese inminente. En el presente momento histórico, la Providencia nos está llevando a un nuevo orden de relaciones humanas que, por obra misma de los hombres pero más aún por encima de sus mismas intenciones, se encaminan al cumplimiento de planes superiores e inesperados; pues todo, aun las humanas adversidades, aquélla lo dispone para mayor bien de la Iglesia.

Tentación de ser cristiano

Y esta tentación existe hoy. Cristianos superficiales que creen en Dios, en Cristo, pero de una forma ‘difusa’: no es Jesucristo el que les da el fundamento. Son los gnósticos modernos. La tentación del gnosticismo. Un cristianismo ‘líquido’. Por otro lado están los que creen que la vida cristiana se debe tomar tan en serio que terminan por confundir solidez, firmeza, con rigidez. ¡Son los rígidos! Estos piensan que para ser cristiano hay que estar de luto siempre«.

El hecho, prosiguió el Papa Francisco, es que de estos cristianos «hay muchos». Pero, «no son cristianos, sino que se disfrazan de cristianos«. «No saben -insiste- quién es el Señor, o la Roca, no tienen la libertad de cristianos. Y por decirlo de un modo sencillo, no tienen alegría».»Los primeros tienen una cierta «alegría» superficial. Los otros viven permanentemente en una vigilia fúnebre, no saben lo que es la alegría cristiana. No saben disfrutar de la vida que Jesús nos da, porque no saben hablar con Jesús. No sienten en Jesús, con esa firmeza que da la presencia de Jesús. Y no solo es que no tienen alegría: tampoco tienen libertad. Son esclavos de la superficialidad, de esta vida difusa, y los otros son esclavos de la rigidez, no son libres. En sus vidas el Espíritu Santo no encuentra sitio. ¡Es el Espíritu Santo el que nos da la libertad! El Señor hoy nos invita a construir nuestra vida cristiana sobre Él, la roca que es el que nos da la libertad, el que nos envía el Espíritu, el que nos hace seguir adelante con alegría, en su camino, en sus propuestas».

Ante el hambre en el mundo II: crisis de valores internacional

Además de señalar que la actual situación está «directamente relacionada con factores financieros y económicos», Bergoglio agregó que «es también consecuencia de una crisis de convicciones y valores, incluidos los que son el fundamento de la vida internacional».

El papa destacó entonces la necesidad de que la comunidad internacional y la misma FAO emprendan una seria reconstrucción, como la iniciada por este organismo «para garantizar una gestión más funcional, transparente y ecuánime», y tomen «mayor conciencia de la responsabilidad de cada uno».

Francisco también pidió que «las relaciones internacionales restablezcan esa referencia a los principios éticos que las regulan y redescubran el espíritu auténtico de solidaridad que puede hacer incisiva toda la actividad de cooperación.

Papa Francisco, Obispo de Roma

Sí al amor, sí a la vida

miremos a Dios como al Dios de la vida, miremos su ley, el mensaje del Evangelio, como una senda de libertad y de vida. El Dios vivo nos hace libres. Digamos sí al amor y no al egoísmo, digamos sí a la vida y no a la muerte, digamos sí a la libertad y no a la esclavitud de tantos ídolos de nuestro tiempo; en una palabra, digamos sí a Dios, que es amor, vida y libertad, y nunca defrauda (cf. 1 Jn 4,8, Jn 11,25, Jn 8,32). Sólo la fe en el Dios vivo nos salva
Papa Francisco, obispo de Roma

1 a papa-paloma5

Dimensión moral de la banca y las finanzas (I)

Cualquier empresa financiera, como cualquiera mercantil, se justifica por el logro de un doble objetivo; más bien por un objetivo con  dos caras que se tienen que cumplir al mismo tiempo. Por un lado, la empresa debe añadir valor económico, es decir, crear riqueza para todos los participantes en la empresa. Por otro lado, la empresa debe prestar verdadero servicio a la sociedad. Si la empresa no crea riqueza no se justifica económicamente; si no presta servicio no se justifica moralmente. Ambas cosas son necesarias.

En segundo lugar, la empresa financiera, al igual que cualquier otra empresa, es, ante todo y sobre todo, una comunidad de personas, las que aportan capital y las que aportan trabajo para el logro del objetivo que, bajo el impulso de la dirección de la empresa, o empresario, se proponen alcanzar. Pero además de estar compuesta por personas, está en relación con otras personas del entorno en que la empresa actúa y que también se ven afectadas por el comportamiento, en relación con ellas, de los que están  dentro de la empresa. En este grupo ocupan lugar singular los clientes y los proveedores. Así sucede también en la empresa financiera en la cual, en  razón de la naturaleza de la propia actividad, los clientes son los demandantes de crédito y los proveedores son los  suministradores de depósitos.

Rafael Termes

Etica

 

Amores bendecidos

-¿Qué amores bendice la iglesia y qué amores no caben en la bendición?
-El amor, cuando es amor, siempre se bendice y porta bendición. Se bendicen los amores que son gratuitos, desinteresados, el amor que no busca el propio bien sino el de los demás, en definitiva, el amor-ágape. No se pueden bendecir los amores que no responden a cuanto acabo de decir. Es más, en este caso no se debería usar la palabra amor, pues es tan exigente y grande que no pude ser utilizada sino con ciertas condiciones

Fray José Rodriguez Carballo, ABC 18 mayo 2013

6040215925146622

Uno de nosotros

El embrión humano es uno de nosotros: ayúdanos a defenderlo en Europa.

one_of_us_logo

El objetivo de esta Iniciativa Ciudadana Europea es obtener el compromiso de la Unión  de no consentir ni financiar acciones que presupongan o favorezcan la destrucción de embriones humanos, así como de establecer los instrumentos adecuados de control sobre la utilización de los fondos concedidos con la finalidad de garantizar que éstos no son empleados para atentar contra la vida humana.

 

 

 

Desesperanza


Cunde la desesperanza Fray José…

-Para un creyente no hay lugar para ello. Nuestra esperanza, en cuanto discípulos de Jesús, no está en nuestros «carros y caballos», en lo que somos o tenemos. Está en el Señor, para quien «nada hay imposible», como dice el Evangelio, y, apoyándonos en él, también podemos decir con san Pablo: «Todo lo puedo en aquel que me da la fuerza».

Fray José Rodriguez Carballo, ABC 18 mayo 2013

eduardo naranjo I

Acoger la novedad de Dios

 

acoger a Dios

La novedad nos da siempre un poco de miedo, porque nos sentimos más seguros si tenemos todo bajo control, si somos nosotros los que construimos, programamos, planificamos nuestra vida, según nuestros esquemas, seguridades, gustos. Y esto nos sucede también con Dios. Con frecuencia lo seguimos, lo acogemos, pero hasta un cierto punto; nos resulta difícil abandonarnos a Él con total confianza, dejando que el Espíritu Santo anime, guíe nuestra vida, en todas las decisiones; tenemos miedo a que Dios nos lleve por caminos nuevos, nos saque de nuestros horizontes con frecuencia limitados, cerrados, egoístas, para abrirnos a los suyos. Pero, en toda la historia de la salvación, cuando Dios se revela, aparece su novedad, trasforma y pide confianza total en Él. (…) La novedad que Dios trae a nuestra vida es lo que verdaderamente nos realiza, lo que nos da la verdadera alegría, la verdadera serenidad, porque Dios nos ama y siempre quiere nuestro bien.

Fragmento de la Homilía del Papa Francisco en la Solemnidad de Pentecostés.
Para leer la homilía completa pincha aquí.

El asombro


El asombro de un enamoramiento, la belleza de un paisaje, la verdad de un encuentro auténtico con alguien que te mira a los ojos y te escucha, el estupor ante la muerte de alguien que amas, la impresión estética de un concierto, la pregunta ante el misterio del dolor, la injusticia o la pobreza, la estrecha relación que existe entre lo esencial y la verdadera alegría que se experimenta en la peregrinación… Ahí se necesita la compañía de alguien que dé hondura a estas vivencias, sin censura, y, a través de ellas, despierte a las grandes preguntas sobre el sentido de la vida. Aquel que es capaz de hacerse esas preguntas y admirarse por ellas, se ha abierto a la búsqueda de Dios. Ha sido tocado por Él. La piedra del corazón empieza a moverse para dar cabida a Dios»

Carolina Blazquez Casado, El peligro de la espiritualidad sin Dios, en Vida Nueva nº 2845

TRADIC~1