Embobarse en Cristo

…o que, cuando enseñaba en la ladera, la multitud se olvidara de su hambre y su sed y los cuidados de este mundo, y que a los amigos que le escuchaban al sentarse y comer la comida grosera les pareciera delicada, y el agua les supiera a buen vino, y la casa entera se llenara de la fragancia y la dulzura del mundo»

Oscar Wilde, De profundis

 

Persona de Cristo

No encuentro dificultad alguna en creer que fuera tal el encanto de su personalidad, que su mera presencia pudiera poner paz en las almas angustiadas, y que los que tocaban su vestidos o sus manos se olvidaran de sus dolores; o que a su paso por el camino de la vida, gente que no había visto nada de los misterios de la vida los viera claramente, y otros que habían sido sordos a toda voz que no fuera la del Placer oyeran por vez primera la voz del Amor.

Oscar Wilde, De profundis