Es una libertad infinitamente fecunda carecer de todas las cosas y carecer de ti mismo en e aire fresco de esa felicidad que parece estar por encima de todas las modalidades del ser»
Thomas Merton
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Verso
carne y azul sonando con un mismo sonido
José Hierro
Unión
Cuerpo es alma y todo es boda
Jorge Guillén
No se
no se cómo he vivido para contarlo
Luce López-Baralt
Mojo mi pluma
Mojo mi pluma/en un mar azul cuajado de perlas/ y sigo urdiendo palabras siempre renovadas/ tan solo para ocultarte»
Luce Lopez-Barlat
el místico
El místico se debate entre la imposibilidad de decir y la imposibilidad de no decir
José Ángel Valente
Belleza
La Belleza, ya se sabe, nos reclama con susurros de pájaro
Luce Lopez Baralt, la cumbre del extasis
En otro
Las criaturas son, pero solo en la medida en que tienen su ser en otro
Maestro Eckhart
En mi
Es bueno que el hombre conciba a Dios en sí mismo
Mestro Eckhart
porque te miro
Aún recuerdo las palabras de mi hija aquel día de primavera. Ella tendría dos o tres años, no lo recuerdo bien y tampoco me voy a levantar para averiguarlo. Me dijo: «Te quiero porque te miro». Recuerdo que me quedé mirándola con una cara como de resolver raíces cuadradas, como queriendo decidir si lo que quería decirme es «si no te quisiera no te miraría» o quizá «soy capaz de quererte porque soy capaz de observarte» o directamente «te miro porque te quiero», «hablas porque te escucho», «eres porque soy aquí y ahora». Es decir, en definitiva, «soy para que seas», «existes para que exista». Aún no tengo ni idea de lo que quería decirme y cuando se lo he vuelto a preguntar ha puesto esa cara que ponen las niñas cuando sus padres ponen cara de resolver raíces cuadradas. Pero algo me quedó claro y es que había una niña mirando, que soy un secundario en una historia de la cual ella es la protagonista, que soy padre porque ella es hija. Que soy porque es y que soy para que sea
J F Peláez
Sendero de mi vida triste
En el sendero de mi vida triste/ hallé una flor,/ y apenas su perfume delicioso/ me embriagó./ Cuando empezaba a percibir su aroma,/ se esfumó./Y así vive mi alma,/ triste y sola,/ y así vive mi amor.
Silvia Peréz Cruz
Mateo XXV, 30
El primer puente de Constitución y a mis pies/ fragor de trenes que tejían laberintos de hierro./ Humo y silbatos escalaban la noche,que de golpe fue el Juicio Universal. Desde el invisible horizonte/ y desde el centro de mi ser, una voz infinita/ dijo estas cosas….
JL Borges