Lumen Gentium, Luz de las gentes

El Adviento nos invita a recorrer el camino de esta presencia y nos recuerda siempre de nuevo que Dios no se ha suprimido del mundo, no está ausente, no nos ha abandonado a nuestra suerte, sino que nos sale al encuentro en diversos modos que debemos aprender a discernir. Y también nosotros con nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra caridad, estamos llamados cada día a vislumbrar y a testimoniar esta presencia en el mundo frecuentemente superficial y distraído, y a hacer que resplandezca en nuestra vida la luz que iluminó la gruta de Belén. Gracias.
Benedicto XVI, catequesis sobre la fe

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Fortes in fide, como María

A veces también en el camino y en la vida de fe podemos advertir nuestra pobreza, nuestra inadecuación ante el testimonio que se ha de ofrecer al mundo. Pero Dios ha elegido precisamente a una humilde mujer, en una aldea desconocida, en una de las provincias más lejanas del gran Imperio romano. Siempre, incluso en medio de las dificultades más arduas de afrontar, debemos tener confianza en Dios, renovando la fe en su presencia y acción en nuestra historia, como en la de María. ¡Nada es imposible para Dios! Con Él nuestra existencia camina siempre sobre un terreno seguro y está abierta a un futuro de esperanza firme.
Benedicto XVI, catequesis sobre la fe

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Declaratio: renuncia a la Cátedra de san Pedro

Hoy celebramos la fiesta de la Cátedra del Apóstol San Pedro. es bueno releer la declaración del Papa Benedicto, con su renuncia a la misma, y dar gracias a Dios por su ministerio, al tiempo que seguimos rezando por él.

Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando.

Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado. Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.

Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.

Vaticano, 10 de febrero 2013.
Benedicto XVI

PAPA BENEDICTO REZA ANTE LA TUMBA DE SAN PEDRO

Creo en Dios

Cuando afirmamos: «Creo en Dios», decimos como Abrahán: «Me fío de Ti; me entrego a Ti, Señor», pero no como a Alguien a quien recurrir sólo en los momentos de dificultad o a quien dedicar algún momento del día o de la semana. Decir «creo en Dios» significa fundar mi vida en Él, dejar que su Palabra la oriente cada día en las opciones concretas, sin miedo de perder algo de mí mismo.
Benedicto XVI, catequesis sobre la fe

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El porvenir de la Iglesia. Mi Joseph Ratzinger, BENEDICTO XVI

Raíces profundas

El porvenir de la Iglesia no puede venir y no vendrá más que de aquellos que tienen profundas raíces y viven en plenitud su fe.

Vivir el instante

No puede venir de aquellos que no saben vivir más que en el instante.

El juicio infalible

Tampoco vendrá de los que critican a los demás y se consideran como la norma de la infalibilidad

por un camino de rosas

ni de los que escogen caminos fáciles y evitan el de la Pasión, el de la Fe, de los que bautizan la mentira y los vejestorios…

busca el sentido

El porvenir de la Iglesia, una vez más, llevará la marca de sus santos: es decir de aquellos hombres que encuentran un sentido detrás de las frases, y por eso mismo son modernos.

amplia tus horizontes

De aquellos hombres capaces de ver con más acuidad porque su vida abarca espacios más amplios.

las pequeñas renuncias

Esta muerte a sí mismo que libera al hombre, sólo se adquiere en la paciencia de las pequeñas renuncias de cada día

Descubro esta cita de Joseph Ratzinger escrita en 1968 sobre el porvenir de la Iglesia, en el testimonio que nos regala José María Salaverri sobre su visión de este Papa que ahora se despide. Puedes leer esta reflexión en su blog MI JOSEPH RATZINGER, BENEDICTO XVI

Escondido para el mundo

Si tuviéramos que contar la cantidad de artículos que se han escrito esta semana sobre la dimisión del Papa Benedicto XVI, tendríamos que estar un buen rato y aún así, seguro que se nos escaparían muchos.
Todos hemos podido leer toda clase de opiniones, comentarios, críticas, acciones de gracias, reconocimientos,absurdeces, etc.

Pero sin duda, uno de los que a mí personalmente más me ha gustado y llamado la atención, ha sido el de Alfonso Crespo, un sacerdote diocesano de Málaga, que a parte de ser buena persona, es un profesor estupendo de Teología Espiritual.
Un breve artículo, pero como se suele decir, si breve dos veces bueno.

La nueva presencia de Benedicto XVI

En un encuentro entrañable del Papa Benedicto XVI con el clero de su diócesis, sacerdotes y seminaristas, el obispo de Roma se despedía de ellos con estas hermosas palabras: “Aunque me retiro ahora, en la oración estoy siempre cercano a todos vosotros y estoy seguro de que también todos vosotros estaréis cercanos a mí, aunque permaneceré escondido para el mundo”.

A todos nos ha conmocionado la renuncia del Papa al ejercicio del ministerio de Pedro. Incluso, hemos podido emitir juicios fáciles y comparativos con el trayecto final de su inmediato antecesor, el venerado Juan Pablo II, que murió prácticamente ante los ojos de todos, afirmando que a pesar de su grave enfermedad y deterioro final no quiso “bajarse de la cruz”. Quizás él también se planteó la renuncia. Y su conciencia, “ese sagrario donde Dios nos habla”, le invitó a continuar. Pero ¿podemos decir, como se ha dicho por algunos medios de comunicación, que Joseph Ratzinger se haya bajado de la cruz? Creo que no. Es mejor decir que la ha abrazado, Sigue leyendo Escondido para el mundo

Siempre cantaré. Victoria de los Ángeles.

Me da la sensación de que nuna moriré. No es porque tema a la muerte, ni mucho menos. Me da la impresión de que siempre cantaré, siempre cantaré. No veo un fin. Estoy dentro de la música y no he salido de ella.»
Victoria de los Ángeles

Alabaré al Señor mientras viva, tañeré para mi Dios mientras exista»
Salmo 145

Imprescindibles – Brava VictoriaVer vídeoImprescindibles - Brava Victoria

Oración y mística III: Teresa de Calcuta

Por consiguiente, cuanto más espacio demos a la oración, tanto más veremos que nuestra vida se transformará y estará animada por la fuerza concreta del amor de Dios. Así sucedió, por ejemplo, a la beata madre Teresa de Calcuta, que en la contemplación de Jesús, y precisamente también en tiempos de larga aridez, encontraba la razón última y la fuerza increíble para reconocerlo en los pobres y en los abandonados, a pesar de su frágil figura. La contemplación de Cristo en nuestra vida —como ya he dicho— no nos aleja de la realidad, sino que nos hace aún más partícipes de las vicisitudes humanas, porque el Señor, atrayéndonos hacia sí en la oración, nos permite hacernos presentes y cercanos a todos los hermanos en su amor.
Benedicto XVI, catequesis sobre la oración

TERESA DE CALCUTA

Oración y mística II: en el mundo

La unión con Dios no aleja del mundo, pero nos da la fuerza para permanecer realmente en el mundo, para hacer lo que se debe hacer en el mundo. Así pues, también en nuestra vida de oración tal vez podemos tener momentos de particular intensidad, en los que sentimos más viva la presencia del Señor, pero es importante la constancia, la fidelidad de la relación con Dios, sobre todo en las situaciones de aridez, de dificultad, de sufrimiento, de aparente ausencia de Dios. Sólo si somos aferrados por el amor de Cristo, seremos capaces de afrontar cualquier adversidad, como san Pablo, convencidos de que todo lo podemos en Aquel que nos da la fuerza (cf. Flp 4, 13).
Benedicto XVI, catequesis sobre la oración

Ethiopia, 2008

Oración y mística I: San Pablo

Queridos amigos, en el siglo pasado Albert Schweitzer, teólogo protestante y premio Nobel de la paz, afirmaba que «Pablo es un místico y nada más que un místico», es decir, un hombre verdaderamente enamorado de Cristo y tan unido a él que podía decir: Cristo vive en mí. La mística de san Pablo no se funda sólo en los acontecimientos excepcionales que vivió, sino también en la relación diaria e intensa con el Señor, que siempre lo sostuvo con su gracia. La mística no lo alejó de la realidad; al contrario, le dio la fuerza para vivir cada día por Cristo y para construir la Iglesia hasta los confines del mundo de aquel tiempo.
Benedicto XVI, Catequesis sobre la oración

Conversión Pablo

Así nacen los libros: rapiscimi.

Así nacen los libros, en el amor,  así nacen los libros que nadie lee jamás, así Dios pone el libro en ti, antes de nacer, como un puñado de barro que se transformará en luz. Preguntan todos cómo se escribe un libro. Se acerca uno a Dios y se le dice: fecunda mi mente, entra en mi corazón y llévame lejos de los demás, ráptame. Así nacen los libros, así nacen los poetas.

Domandano tutti como si fa a scrivere un libro. Si va vicino a Dio e gli si dice: fecunda la mia mente, mettiti nel mio cuore e portami via degli altri, rapiscimi
Alda Merini

Bernini, Rapto de Prosepina

162 Emily Dickinson: My River runs to thee

My River runs to thee—
Blue Sea! Wilt welcome me?
My River waits reply—
Oh sea— look graciously—
I’ll fetch thee Brooks
From spotted nooks—
Say—Sea— Take Me!

Hacia ti va mi río.
¡Oh mar azul! ¿Aceptarás mis aguas?
Mi río está esperando tu respuesta.
¡Oh mar, acógeme!
Voy a llevarte arroyos
que nacen en lugares apartados.
¡Oh mar, di que me aceptas!

(traducción por Carlos Pujol)