Chillida

era muy bonito verle dibujar…el ponía la mano en la postura que fuera y cogía el rotring, casi vertical, y empezaba en una esquina, y le salía la mano entera, no paraba en ningún momento, iba chu chuchú chuchuchú, y la sacaba entera…yo siempre pensé que hasta los pájaros se callaban en esos momentos…era mágico cuando surgía eso…a mí me impresionaba eso mucho más que cualquier otra cosa que le he visto hacer

Luis Chillida sobre su padre

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