En la mística iraní se piensa que el nacimiento de cada hombre está presidido por un ángel llamado Daena, que tiene la forma de una niña bellísima. El rostro de ese ángel no permanece inalterable a lo largo de la vida sino que se va transformando imperceptiblemente con cada uno de nuestros gestos, palabras o pensamientos. Al final de la vida, cuando nos encontramos por fin con él, se ha transformado en un ser bellísimo o en una criatura monstruosa según han sido nuestros actos.
Gustavo Martín Garzo
Un comentario en «Daena»
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Maravilloso señor gracias mil gracias t pido señor q cuides en su viaje a mi hija y a mi nieta q lleguen sanas y salvas protejelas durante su estancia para q sea armonioso d comprension d amor d paz tambien t pido q cuides d toda mi familia a mi esposo a mi madre a mis demas hijos y a toda mi familia t adoro señor me inclino ante ti para darte gracias y pedirte perdon cuantas cosas hice y no fue d tu agrado perdon señor perdon