Dimensión moral de la banca y las finanzas (II)

Las empresas financieras no compran y venden dinero sino que compran y venden el derecho a usar del dinero (de ahí usura). Como el derecho a usar del dinero entraña su devolución, la confianza en que el dinero será devuelto, es cuestión de crédito; de creer que la promesa será cumplida

Las entidades financieras son administradores de caudales ajenos. Esta característica está en la base de la moralidad exigible en la actuación de sus gestores. En efecto, aunque a veces se haga lo contrario, los que dirigen instituciones financieras no disponen del dinero, como si fuera propio, para hacer con él lo que quieran, sino que deben administrarlo de acuerdo con los intereses, en primer lugar, de los depositantes y,en segundo lugar, de los accionistas.

La única manera de que las empresas puedan llamarse moralmente correctas es que lo sean las personas que las integran y no sólo en su comportamiento individual privado sino en su actividad profesional, que expresa la actuación de cada uno en relación con los demás. La moralidad de la gestión de las entidades financieras dependerá pues de la vivencia de las virtudes morales propias de esta clase de entidades por parte de sus gestores

Rafael Termes

 

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