María nos muestra el camino de la auténtica vida cristiana. Siguiendo su ejemplo de fe, de pobreza evangélica y de disponibilidad al Señor esperamos reflejar en torno nuestro la cordialidad con que María acogió a Dios y a los hombres. Como Ella queremos comprometernos plenamente con las exigencias del misterio de nuestra vocación.
Regla de vida de la Compañía de María, n.10