Don Quijote soy, y mi profesión la de andante caballería. Son mis leyes, el deshacer entuertos, prodigar el bien y evitar el mal. Huyo de la vida regalada, de la ambición y la hipocresía, y busco para mi propia gloria la senda más angosta y difícil. ¿Es eso, de tonto y mentecato?
Don Quijote de la Mancha
El Quijote y toda literatura están en la palabra redención, de la que se infiere la segunda en el podio: misericordia.
Andrés Trapiello
Un comentario en «El Quijote»
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Hola buenas noches gracías por tu aportación.Unas palabras muy bellas y profundas.Es bueno que las hagamos nuestras y las pongámos en práctica.
Gracías.
Un saludon