Ética cotidiana II

La ética de la vida corriente no lo es de la apariencia, mientras el poder, la riqueza y la gloria se cifran a menudo en la apariencia; denuncia en la que coinciden los estoicos, Agustín y Pascal:
mi buen amigo, siendo ateniense, ¿no te avergüenzas de preocuparte por cómo tendrás las mayores riquezas y la mayor fama y los mayores honores y, en cambio, no te preocupas ni te interesas por la inteligencia, la verdad, y por cómo tu alma va a a ser lo mejor posible?(Sócrates)

José María Esquirol, La resistencia íntimaarias_francisco-paisaje_amarillo~OM399300~10631_20091103_613_107

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