Puede representarse delante de Cristo y acostumbrarse a enamorarse mucho de su sagrada Humanidad y traerle siempre consigo y hablar con Él, pedirle para sus necesidades y quejársele de sus trabajos, alegrarse con Él en sus contentos…, sin procurar oraciones compuestas, sólo palabras conformes a sus deseos y necesidad.
santa Teresa de Jesús