La fábrica de arcos iris

arcoiris_reducidoHace varias semanas descubrí la fábrica de arcos iris y le saqué estas fotos para demostrarlo.

¿Crees que es imposible?

Te explicaré cómo funciona: Tarda unos segundos en fabricar uno nuevo y lo hace como una impresora que en cada pasada llena de colores una línea del papel. Al acabar, tarda un instante en desaparecer, quizá mientras lo envían a su destino, y al poco vuelve a empezar el proceso para crear uno nuevo.

Este es uno de esos fenómenos que nos puede hablar de las cosas que necesitan de varios acontecimientos simultáneos para que las veamos, la «magia» de la física en su rama de la óptica. El arco iris existe, pero no podemos verlo a placer y desde luego no lo podemos tocar. Está en cualquier parte y no está en ninguna, necesita que se den las condiciones precisas en el momento preciso, y que alguien lo esté mirando para existir, de lo contrario no se revela y parece que no exista, que sea una ilusión de un loco que dice haber visto colores en el cielo.

¿Puede ocurrir algo parecido con Dios?

Las condiciones se pueden dar en cualquier momento, incluso se pueden provocar, pero …
¿miramos en la dirección correcta cuando aparece?

Quien ha visto una vez el arco iris sabe dónde encontrarlo, y no se cansa de volverlo a ver.

3 comentarios en «La fábrica de arcos iris»

  1. Saboreando tu reflexión, entiendo con más matices y colores, por qué me fascina tanto el arco iris…
    Alianza…, guiño de Dios hacia nosotros…,busqueda constante de nuestra parte, dado que Él siempre está…, tan solo hay que saber orientarnos para notarle y que nos toquen sus dedos…, los rayos de su LUZ que nos guian…

    ¡gracias!, un saludo. consu.

    Deseo compartiros un pequeño canto que compuse (bueno, os envio la letra pues la música es más dificil que se oiga…)

    «ESE ARCO IRIS QUE CUBRE EL CIELO,
    ESOS COLORES QUE PINTA EL SOL.
    SON LA PROMESA DE TU ALIANZA,
    ES LA SONRISA DE TU PERDON.

    LLUEVE; Y EL GRIS OSCURO DE MI PENAR
    SIEMPRE ME ENVUELVE TRISTE A MI PESAR.
    LUEGO, UN RAYO CLARO DE LIBERTAD
    ME RECUERDA QUE DEBO MIRAR SIEMPRE HACIA EL CIELO,
    PORQUE…

    …ESE ARCO IRIS QUE CUBRE EL CIELO…»

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