Mayo: mes de María. Carta para tí

Tradicionalmente, el mes de Mayo es el mes de las flores, pero para los cristianos, el mes de Mayo es principalmente, el mes de María.

María, esa mujer que dijo un SÍ valiente, que guardó todas sus cosas en su corazón, que permaneció en todo momento al lado de su hijo, incluso en el momento más duro, al pie de la cruz. María, esa mujer que CONFIÓ desde el primer momento, y que puso su vida en manos de Dios.

Hace un tiempo, publicamos una carta dirigida a Dios, hoy es María la que viene a nuestro encuentro.

Querida amig@:

¿Como estás?…

Yo ya sé que durante la semana el cansancio hace mella en ti; y que la rutina diaria y el estrés ni siquiera te deja tiempo para ocuparte de tus cosas, para encontrarle sentido muchas veces a las cosas cotidianas de la vida, para pararte en las que ocurren en tu entorno y hacen que pasen inadvertidas….

No te preocupes…pase lo que pase, ocurra lo que ocurra, estés como estés, hagas lo que hagas…..siempre, siempre……..: El Señor estará contigo.

¿Sabes?, esto es simplemente lo que me hizo a mí decir “Sí” aquella mañana del mes sexto en Galilea. De verdad, sólo eso, saber que el Señor estaba conmigo….Que dijera lo que dijera, Él estaba conmigo….La verdad es que aquel día me pidió mucho, sí, pero no quiero que sólo te quedes en ese momento…pues quizás antes de ese momento existieron otros muchos a los que también dije ese “Sí”; digamos que ya estaba entrenada, digamos que ese “Sí”, fue tan sólo la guinda….la guinda de otros muchos anteriores que tuvieron para Él la misma importancia y peso.

Sí, no sólo esa tarde se me presentó el ángel del Señor, muchas otras veces antes, en mis ratos de oración al Padre, podía sentir como al ponerme en su presencia Él se hacía cercano y aprovechaba la ocasión para pedirme alguna cosilla….y la verdad, siempre eran cosas pequeñas, actos cotidianos…cambiar una mala palabra por una sonrisa, guardar silencio por caridad, ayudar a alguien que ni conocía o conocía demasiado, hacer el intento de ver algo más allá de lo primero y externo, ser más valiente, ser más constante, ser mejor persona, en definitiva ser más de Dios, ser más de Él.

Por eso aquel “Sí”, de aquella mañana me costó menos de lo que crees…pues antes hubo muchos “sí” más chiquitos, pero igual de válidos.
Ahora, déjame que te diga una cosa….para todos estos momentos siempre seguí la misma fórmula:

1º Sentirme en presencia de Dios…pues, enseguida comienzas a sentir ese ángel, sentimiento o intuición de saber y  creer que Él está contigo.

2º Escucharlo y ver que necesita de mí….sea pequeño o grande, actitud o tan sólo presencia.

3º Responderle…aunque sea con un “espera” o un “no”…o expresarle tus dudas o miedos…porque a Él también le vale esa respuesta.

4º Y después, después…cuando te has confiado a Él…..te entra una alegría…que no la puedes parar, que te contagia, que te da vida, que te da paz….que te hace recitar el “Magnificat”..”..Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí…

Claro está que todo esto era posible porque tenía valentía…pero con el tiempo he descubierto que esa valentía no dependía de mí, sino del Espíritu Santo que me empujaba.

Fíjate, ahora, después de haber vivido Pentecostés, recuerdo el que viví con los primeros apóstoles en aquella casa encerrados. Estábamos muertos de miedo, asustados, apenados y abatidos, dándole vueltas a todo lo que había pasado y lo que tendría que haber ocurrido, …y ese día, cuando Marcos llegó corriendo a la casa para decirnos que los sacerdotes nos habían descubierto para apresarnos…el pánico se hizo en nosotros…..y fue cuando pensamos en abandonarlo todo y huir… Pero entonces recordé

Que con el ángel…El Espíritu Santo me hizo sentir que el Señor estaba conmigo y le di lo mejor de mí.

Que con mi prima Isabel…El Espíritu Santo me hizo presentir que ella me necesitaba y me puse en camino….y El Señor estuvo con ella.

Que en Caná…El Espíritu Santo me hizo descubrir las necesidades de aquellos novios y conseguí que mi Niño le echara una mano….y El Señor estuvo con ellos.

Que en la cruz…me sentí muy sola y abatida y el Espíritu Santo me hizo descubrir que no me quedaba sola sino que desde entonces me dio como hijos a toda la humanidad…y desde entonces el Señor esta siempre con vosotros.

Y entonces nos pusimos en presencia del Señor… y pedimos que su Espíritu nos confortara y en ese momento supimos que Él estaba con nosotros y nos trajo la paz.

Y vimos que lo que necesitaba de nosotros era que su Palabra llegara a los demás…puesto que un candil no se esconde debajo de una mesa sino que se pone en alto de una cima para que alumbre al mundo.

Y todos le dijimos que “Sí”…cada uno con lo que era, de la forma que era y tenía….pues todos le hacíamos falta. Y la alegría que sentimos fue tan grande que fuimos capaces de hablarles a todos de tal forma que todos nos entendían… y es que una vez más recitamos el «Magnificat»… su «Magnificat».

Por ello tú, no te desanimes en los momentos de dificultad y miedos:

Piensa ¿qué es lo que el ángel del Señor te pide en tu momento actual, y cotidiano?

Piensa en algún momento de “Magnificat” en el que te hayas sentido y comunica la Buena Nueva a los demás.

Piensa qué te aleja del Señor y pídele su Espíritu Santo.

Y recuerda esto.- “Despiértate…Levántate y brilla, que llega tu luz…sobre tí amanece el Señor” (Is 60).

Con mucho cariño.
Tu madre que te quiere.

María de Nazaret

6 comentarios en «Mayo: mes de María. Carta para tí»

  1. Yo necesitaria encontrarme en ese silencio, sentir la petición del Angel y estar preparada para contestar, «que se cumpla en mi tu voluntad» Gracias por esta carta, me ha hecho mucho bien y me he sentido hija suya.

  2. EN EL MES DE MARIA SANTISIMA LE AGRADESCO DE TODO CORAZON EL CURARME A MI HIJA, QUE POR MEDIO DE ELLA Y DE SU HIJO EL NIÑO JESUS ESTAN SANANDO A MI HIJA Y YO LES TENGO UNA GRAN FE, GARCIAS MARIA SANTISIMA QUE TUERES EL AMOR DE LOS AMORES, VIRGEN MORENA REINA DE LA ESPERANZA. GRACIAS VIRGENCITA LINDA

  3. ¡Gracias! Gracias por acercarme a María en esta mañana del 13 de mayo… acercarla a mi vida cotidiana y sentirla tan presente y acompañando mis pasos. Ha sido una ayuda para ‘despertarme’ ‘levantarme’ y desear ser luz para otros.

  4. Esta mañana la primera canción que sonaba en mi MP3 era «Bendita» de Lucero Franco… Pequeño homenaje para comenzar este 13 de Mayo… La primera sonrisa a la Madre del Cielo.

    Gracias María por hacerme que sonría de nuevo leyendo esta carta, mucho más que eso, por volver a sentir su presencia en cada paso, en este instante cotidiano de empezar a trabajar en medio de rutinas y pequeños conflictos de cada día. Si Él está todos los días con nosotros, Ella también, y es una gracia inmensa.

    Un abrazo

  5. Gracias por este lindo mensaje
    hoy en la mañana me sentia muy triste por tantos problemas que hay en mi hogar pero atraves de Maria me he sentido con mucha fe y animo para continuar

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