La médula del Todo (II)

Ese secreto Velázquez no lo ha conquistado, ha sido depositado en él. Es, pues, un elegido, pero no se trata de una ganga; el elegido, es cierto, recibe un don, pero se comprende enseguida que no pude quedarse con él ni disfrutar de él, sino que debe hacer algo con aquello que, además, es un secreto y, por lo tanto, indecible, irrevelable.

Ramón Gaya, Velázquez, pájaro solitario

hiland01g

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