Monstruum y IV

Lo tercero importante para verlos es saber mirar. ¿Y cómo se mira un monstruo? Pues es de sencillo, sólo hay que atreverse a mirar de frente, plantarle cara y mirarlo fijamente a los ojos, sin pestañear. Si luego se pronuncia su nombre con voz clara, podremos mantenerlo a raya, porque ya le habremos puesto límite. Así seremos capaces de convivir con él, saber que existe pero que no nos a  dañar, porque sabemos como es y cómo se llama y podemos reconocerlo y ponerlo en su sitio.

Ana Cristina Herreros

Manuel Marsol

Deja una respuesta