Demasiadas palabras

Habríamos revitalizado más el mundo si, en vez de hablar tanto y citar el título de tantos libros, hubiésemos salido a la huerta a plantar lirios y sembrar patatas» El comentario de esta amiga me hizo detenerme y pensar: ¿creemos los religiosos en la mística, en la conjunción necesaria entre la patata y el lirio?¿Somos capaces de observar la realidad siempre de una manera nueva?

Víctor Herrero de Miguel

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Elecciones

Si el mensaje del 24-M en las urnas no es contundente permaneceremos en el invierno democrático en el que estamos instalados y, sobre todo, como ha ocurrido durante largo tiempo en algunos países, daríamos carta de naturaleza a la indecencia como un comportamiento asumible y tolerable. Entraríamos, en definitiva, en un proceso de enquistamiento estructural de las peores prácticas públicas(…)

Este planteamiento es pre ideológico y concierne, por una parte, a la ética de las convicciones, y, por otra, a la ética de las responsabilidades (Max Weber). Si desvinculamos la política de la moralidad, naufragamos en la arbitrariedad y la injusticia. Hay que esperar que –como El Roto reflexionaba– el voto pueda expresar, sobre todo, la esperanza de que las cosas no serán como han venido siendo.

José Antonio Zarzalejos, Elecciones Municipales y autonómicas

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El Roto en El País, 22 de mayo de 2015

Desnudo

Si debemos ser misericordiosos y compasivos respecto al prójimo, es sobre todo cuando conocemos su defecto dominante. El primer movimiento es el de actuar con toda severidad, pero al contrario, hay que emplear toda nuestra caridad: eso es una flaqueza que debemos considerar sagrada porque únicamente Dios puede tratarla y curarla. Estos grandes defectos de nuestros hermanos son como una desnudez sobre la cual no nos está permitido mirar. Pero que cada cual lleve sus miserias ante la mirada de Dios, implorándole humildemente curarnos. Pues esta mirada divina puede ver toda la desnudez, ya que delante de él todo está al desnudo, él, que cura y reviste de luz»

Raïsa Maritain

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Tejer los lirios

Perdónenme el sol y la tierra y los pájaros del aires y todas las criaturas simples y libres y luminosas. No fue el mío el pecado primaveral de la cigarra, aquél que se comprende y hasta se ama. Fue el pecado oscuro, silencioso, de la hormiga, fue el pecado de la provisión y de la cueva y del miedo a la embriaguez y la luz. Fue el olvidar que los lirios, que no tejen, tienen el más hermoso de los trajes, y el tejer ciegamente, sordamente, todo el tiempo que era para cantar y perfumar.

Dulce María Loynaz

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la Iglesia al servicio de los pobres III

Debemos elevar el nivel de exigencia moral en nuestra sociedad y no resignarnos a considerar normal lo inmoral. Porque la actividad económica y política tienen requerimientos éticos ineludibles, los deberes no afectan sólo a la vida privada. La caridad social nos urge a buscar propuestas alternativas al actual modo de producir, de consumir y de vivir, con el fin de instaurar una economía más humana en un mundo más fraterno

Conferencia episcopal española, la Iglesia al servicio de los pobres, n.45

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La Iglesia al servicio de los pobres II

n.41 «Hablamos de Dios cuando nuestro compromiso hunde sus raíces en la entraña de nuestro Dios y es fuente de fraternidad; cuando nos hace fijarnos los unos en los otros y cargar los unos con los otros; cuando nos ayuda a descubrir el rostro de Dios en el rostro de todo ser humano y nos lleva a promover su desarrollo integral; cuando denuncia la injusticia y es transformador de las personas y de las estructuras; cuando en una cultura del éxito y de la rentabilidad apuesta por los débiles, los frágiles, los últimos; cuando se vive como don y ayuda a superar la lógica del mercado con la lógica del don y de la gratuidad; cuando se vive en comunión, cuando contribuye a configurar una Iglesia samaritana y servidora de los pobres y lleva a compartir los bienes y servicios; cuando se hace vida gratuitamente entregada, alimentada y celebrada en la Eucaristía; cuando nos hace testigos de una experiencia de amor de la que hemos sido hechos protagonistas, y abre caminos, con obras y palabras, a la experiencia del encuentro con Dios en Jesucristo». Conferencia episcopal Española, la Iglesia al servicio de los pobres, n.41

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La Iglesia al servicio de los pobres I

CEE n.15 En el origen de la actual crisis económica hay una crisis previa : «La negación de la primacía del ser humano» . Un orden económico establecido exclusivamente sobre el afán del lucro y las ansias desmedidas de dinero, sin consideración a las verdaderas necesidades del hombre, está aquejado de desequilibrios que las crisis recurrentes ponen de manifiesto. El hombre no puede ser considerado como un simple consumidor, capaz de alimentar con su voracidad creciente los intereses de una economía deshumanizada. Tiene necesidades más amplias. Sin olvidar que «el objetivo exclusivo del beneficio, cuando es obtenido mal y sin el bien común como fin último, corre el riesgo de destruir riqueza y crear pobreza» . Hoy imperan en nuestra sociedad las leyes inexorables del beneficio y de la competitividad. Como consecuencia, muchas personas se ven excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizontes, sin salida. Parecía que todo crecimiento económico, favorecido por la economía de mercado, lograba por sí mismo mayor inclusión social e igualdad entre todos. Pero esta opinión ha sido desmentida muchas veces por la realidad. Se impone la implantación de una economía con rostro humano»

Conferencia episcopal Española, la Iglesia al servicio de los pobres

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Frágil

El evangelio exalta lo frágil: el vuelo del ave, la levedad de la semilla, el vaso de agua, la sandalia que se sacude el polvo, la palabra pronunciada en el secreto, el amor al esclavo, el abrazo del niño. Los seguidores de Jesús, en los que tales páginas se apoyan, han comprendido -por el camino, sin duda, del dolor- que a través de sus grietas le entra a la vida la luz.

VíctorHerrero de Miguel

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