«¿Señor, qué quieres que haga? (Hch. 22,10) Señor, dime qué me pides: estoy dispuesto a hacer todo lo que deseas. Dispón de mí y de lo que me pertenece como gustes: lo acepto todo, consiento en todo. Sé que buscas mi mayor bien: » Pongo pues, totalmente mi alma en tus manos » (Sal. 30,6). Por tu misericordia, ayúdala, consérvala, haz que te pertenezca siempre, y sea toda tuya.
San Alfonso María de Ligorio
Ofrenda I
Mi querido Redentor, he aquí mi corazón, te lo doy entero; ya no me pertenece más, es tuyo. Entrando en el mundo, te ofreciste al Padre eterno, ofrecido y dado toda tu voluntad, como nos lo dices por boca de David: «Está escrito de mí, en el libro de la Ley, para hacer tu voluntad. Es lo que siempre quise, Oh Dios mío » (Sal. 39,8-9).
San Alfonso María de Ligorio
Odas de Salomón
No habría sabido amar al señor si él mismo no me hubiera amado primero. ¿Quién puede comprender el amor si no es el que es amado? Estrecho al Amado y mi alma le ama.
Donde está su descanso, allí me encuentro. Soy uno con él, porque el Esposo encontró al que le amaba. Porque amo al Hijo, me hago hijo.
Odas de Salomón
Amor de Cristo
El que posee el amor de Cristo que cumpla sus mandamientos. ¿Quién será capaz de explicar debidamente el vinculo que el amor divino establece? ¿Quién podrá dar cuenta de la grandeza de su hermosura? El amor nos eleva hasta unas alturas inefables. El amor nos une a Dios,el amor cubre la multitud de los pecados,el amor lo aguanta todo, lo soporta todo con paciencia; nada sórdido ni altanero hay en él; el amor no admite divisiones, no promueve discordias, sino que lo hace todo en la concordia; en el amor hallan su perfección todos los elegidos de Dios, y sin él nada es grato a Dios. En el amor nos acogió el Señor.
San Clemente
Dime quien eres
Ahora que la noche es tan pura,
y que no hay nadie más que tú,
dime quién eres.Dime quién eres y por qué me visitas,
por qué bajas a mí que estoy tan necesitado
y por qué te separas sin decirme tu nombre.Dime quién eres tú que andas sobre la nieve;
tú que, al tocar las estrellas, las haces palidecer de hermosura;
tú que mueves el mundo tan suavemente,
que parece que se me va a derramar el corazón.Dime quién eres; ilumina quién eres;
dime quién soy también, y por qué la tristeza de ser hombre;
dímelo ahora que alzo hacia ti mi corazón,
tú que andas sobre la nieve.Dímelo ahora que tiembla todo mi ser en libertad,
ahora que brota mi vida y te llamo como nunca.
Sosténme entre tus manos; sosténme en mi tristeza,
tú que andas sobre la nieve.Himno de la liturgia de las horas
Silencio
Corazón
Marquier, neurocientífica, aconseja: “Cultive el silencio, contacte con la naturaleza, viva periodos de soledad, medite, contemple, cuide su entorno vibratorio, trabaje en grupo, viva con sencillez. Y pregunte a su corazón cuando no sepa qué hacer”. De no mediar en su conversación palabras como neurotransmisores, hormonas, campos magnéticos, la creeríamos una mística, y sin embargo la ciencia no hace sino confirmar algo que supieron desde el origen de los tiempos los precursores, los poetas: que entre cerebro y corazón, el corazón es el fuerte.
Chispa
Me consuma
Sea bendito para siempre. Plega a Su Majestad que antes me consuma que le deje yo más de querer»
Santa Teresa de Jesús
Todo
Eternidad
Aquí está la eternidad. Debemos decir que si a la vida. Aquí hay un gran misterio. La vida es mucho más de aquello que podemos entender. Todos comprendemos que en el momento más inesperado nos puede suceder el infinito. Por eso solo podemos hacer una cosa: inclinarnos y adorar. Arrodillarse delante de la existencia.
Roberto Begnini
Vida consagrada
Viviréis plenamente vuestra vocación de consagrados en la vida religiosa
¡Siendo alegres! Mostrad a todos que seguir a Cristo y poner en práctica su Evangelio llena vuestro corazón de felicidad. Contagiad con esta alegría a quien se os acerque, y entonces muchas personas os preguntarán la razón de ello y sentirán el deseo de compartir con vosotros vuestra espléndida y entusiasta aventura evangélica.
¡Siendo valientes! Quien se siente amado por el Señor sabe poner en Él plena confianza. Así han hecho vuestros fundadores y fundadoras, abriendo caminos nuevos de servicio al reino de Dios. Con la fuerza del Espíritu Santo que os acompaña, id por los caminos del mundo y mostrad el poder innovador del Evangelio que, si se lleva a la práctica, también hoy obra maravillas y puede dar respuesta a todos los interrogantes del hombre.
¡Siendo mujeres y hombres de comunión! Bien arraigados en la comunión personal con Dios, que habéis elegido como el porro unum (cf. Lc 10, 42) de vuestra vida, sed incansables constructores de fraternidad, ante todo practicando entre vosotros la ley evangélica del amor mutuo, y luego con todos, especialmente los más pobres. Mostrad que la fraternidad universal no es una utopía, sino el sueño mismo de Jesús para toda la humanidad.
Papa Francisco, Mensaje a los religiosos con ocasión del año de la vida consagrada