Premio Príncipe de Asturias de la Concordia para Juanjo Aguirre

El objetivo fundamental de la campaña, más allá de la concesión del premio, es dar visibilidad a la terrible situación que está asolando y reduciendo a escombros el país, así como a la labor de los misioneros allá donde la pobreza extrema y los conflictos armados dejan a la Iglesia prácticamente como única fuente de esperanza.

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JJ Aguirre

La atención abierta

Hay, entre otras muchas, dos posibles maneras de estar ante una puesta de sol -ante ella o ante la vida toda que ese sol alumbra-, una es verla, ver la evidencia en sí misma, abrirse al don de lo que está simplemente dado, al ofertorio de todo lo que es y brota desde su propio misterio, todo lo que por brotar y ser es dándose. La otra, la habitual, la del saber reflexivo, es reflejarse en lo que se mira, reconocernos en lo que nos vemos…Reflejarnos en todo sin entregarnos a nada.

Hugo Mújica, La atención abierta

 

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Quemar la obra

Unos extraños hombres, eremitas, de espaldas al poder, inclinados sobre sí, tejen canastos de mimbre; algunos murmuran un algo incomprensible, inseparable del murmullo, del aliento, otros nada, callan; todos, cabeza baja, sin prisa alguna tejen.

Ni cuentan ni sacan cuentas, en el silencio y la soledad, no hay nada que contar. Callan, tejen, buscan el estado más elevado al que la mente humana puede llegar, buscan, o más bien dejan llegar, la serenidad: el recogimiento de sí en el olvido de sí mismos. Allí, en el desierto, donde todo es interior, donde la lejanía es la propia hondura; allí mismo donde en verdad se está más allá de lo interior o lo exterior, del allá o del aquí, de la poesía o de la plegaria.

Cae el sol, el ardiente sol de un desierto, y el trabajo cesa. Dejan de tejer, dejan de entrelazar el silencio de sus vidas. Uno a uno y uno sobre otro apilan los canastos… No los acumulan, no lucran: los queman, los sacrifican. Eran solo un medio de concentración, un medio para rezar, un medio para nada, una liberación de todo.»

Hugo Mújica,  Quemar la obra

Ermitaña urbana

 

La pregunta que se hace San Benito está en el corazón de cada persona: amar la vida, desear días felices…Pero, por un lado, no toda persona responde al deseo más íntimo de su corazón. Vivimos la vida con mucha dosis de inconsciencia y superficilidad. Por otro, si apuntamos una respuesta, viene a continuación el reto de vivir una vida con un determinado estilo, que nos va perfilando simultáneamente la presencia viva de un Dios que nos va mostrando el camino de la vida, con un perfil de lucha, pero también de paz y esperanza muy viva de felicidad.  Yo creo que hay una relación muy estrecha entre el ritmo de la vida humana y la experiencia de un Dios vivo en su espacio interior.

José Alegre, abad de Poblet

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Tus maravillas

Tus maravillas salen al encuentro de quien te desea; te manifiestan, te revelan, te ofrecen el cielo y la tierra, a través de toda criatura, oh Señor, amable y digno de adoración en todas las cosas. Estas criaturas, cuanto más te manifiestan, y te anuncian, y te proclaman como digno de todo amor, tanto más ardientemente te hacen deseable.»

Guillermo de Saint-Thierry

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