Reflexiones de campamento

Un día del último campamento, durante una actividad conjunta a las cuatro de la tarde y 40ºC, algunos chavales se “escapaban” buscando refugio en las pocas sombras de la campa. Algunos de los monitores que estábamos por allí, nos dedicábamos a llevar a los “escapados” con el resto del grupo, mientras otros monitores, compadecidos del calor que pasaban, les dejaban seguir allí. Después de hablarlo entre monitores, ningún chaval volvió a salirse de la actividad para ir a las deseadas sombras. Durante la evaluación, recordé lo que a veces se nos olvida: que las normas son para todos. Corremos el riesgo de perder la perspectiva y pensar en el pobrecito que está al sol al lado nuestro olvidándonos de que otros, a quienes no tenemos al lado y que además no se quejan, están en su misma situación. O de pensar que el buen fin, en este caso estar en la sombra, justifica el dudoso medio, salirse de una actividad.

En los campamentos, como en la vida pública, algunos van más allá del fin y se preguntan por los medios. En cualquier caso, todos somos libres para implicarnos, o para no hacerlo.

3 comentarios en «Reflexiones de campamento»

  1. Es cierto, en un campamento o las normas son para todos o no pueden ser para nadie. Lo ideal es tener esas normas universales, y para que lo sean deben ser justas. Si una norma al aplicarla a todos genera injusticia entonces no es universal.

    Puede ocurrir que hagamos la normas de cualquier manera, sin prestar atención a esto, y se acaba generando un espíritu contrario al de nuestra educación.

    San Pablo decía que la letra mata pero el espíritu vivifica. Detrás de cada norma de campamento debería haber un espíritu que le da vida, que la haga respetable.

  2. También es bueno cuestionarse…no todo lo que hacemos está bien, no por ser monitor tenemos bula papal….muchas veces los chicos/as sin ser adultos nos dan pistas con su comportamiento, con sus palabras y nos indican a veces el camino…todo educador tiene que estar atento a esas pequeñas señales….40º….de ellos también se aprende…»dejad que los niños se acerquen a mí!…

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