Santa María del Slencio

Presérvanos de la morbosa voluptuosidad de noticias, que nos hace sordos a la “buena noticia”. Haznos operadores de aquella ecología acústica que nos devuelva el gusto de la contemplación incluso en el torbellino de la metrópolis. Convéncenos de que sólo en el silencio maduran las cosas grandes de la vida: la conversión, el amor, el sacrificio, la muerte.
Don Tonino Bello

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