Controlar la natalidad para resolver los problemas del mundo

En el siguiente corto se presenta el hipotético caso de poder simular los impulsos y tendencias del hijo a lo largo de su vida y que esto le sirva al padre para decidir si quiere seguir adelante, o si por el contrario debe eliminarlo.

El objetivo es crear un mundo mejor, más perfecto ¿lo conseguiríamos así? ¿las inclinaciones o tendencias de una persona condicionan irremediablemente su futuro? ¿influye en algo la educación, la familia, la cultura?

Ver el corto en francés con subtítulos en inglés
Descargar de la página oficial

Nace el niño al que quisieron matar. ¿Y ahora qué?

A raíz de la noticia del aborto fallido, en el que lo importante parece ser la “negligencia” “médica” no he podido evitar el hacer una reflexión. Noticia en ABC, Noticia en El País, Noticia en El Mundo

Advierto que en el siguiente texto voy a ser especialmente cínico y desagradable, pero creo que es importante a la hora de plantear el aborto como lo que és y no como lo que nos gustaría que fuera. Desde ya, mis disculpas.

Así podría ser la hipotética carta de una madre que intentó abortar, a su hijo que al final se salvó:

Hijo mío, te preguntarás por qué desde pequeño te he protegido tanto, cada vez que tropezabas me abalanzaba para asegurarme que no te hicieras daño, vigilaba en cualquier semáforo para que no te atropellaran y nunca te he dejado practicar deportes de riesgo. Quizá he sido una madre súper protectora. Pero es que tu vida para mi vale muchísimo, y no creas que exagero, vale exactamente 420.000€ por eso no podía permitir que te pasara nada.

Hoy en tu 25 cumpleaños ya te lo puedo contar. Sabes que nunca te he regalado nada, porque nunca he tenido nada para darte y en cambio tú en tu cumpleaños siempre me regalabas algo, tu generosidad siempre me sorprendía, porque no sé de quién la has sacado, quizá si supiéramos quién es tu Padre… Por eso, este año me gustaría pedirte algo muy especial, lo que más ilusión me haría, con lo que he estado soñando los últimos 25 años. Me gustaría que te suicidaras para que me libraras de la carga que supones para mí y así poder heredar los 420.000€ con los que me indemnizó el inútil del sicario al que contraté para que te matara antes de que nacieras. Te mataría yo misma, pero por desgracia eso todavía es delito en nuestro país. Esperemos que algún día la justicia vele por las necesidades de la gente y no haga estas cosas tan difíciles.

Espero que no te ofenda mi carta y que no te hayas hecho ilusiones por vivir, al fin y al cabo yo no te quiero ni te quise nunca, fuiste un error, una aventura de una noche, y luego te salvaste por casualidad, o más bien por culpa de la negligencia de un incompetente que no supo hacer su trabajo. Así que tu vida, aunque los jueces la hayan tasado, en el fondo, no vale nada, ni para mi ni para esta sociedad, lo mejor que puedes hacer es devolverme el tiempo que me has quitado desde que naciste. El dinero no será suficiente claro, pero por lo menos me servirá de consuelo por todos mis desvelos para mantenerte con vida hasta hoy.

PD. Para el suicidio, puedes hacerlo como quieras, pero por si no se te ocurre nada, yo siempre soñé con una enorme aspiradora que te succionaba y luego te trituraba, pero hazlo como quieras, eso sí, esta vez que no falle.

fdo.
Tu madre que te quiere… ver muerto.

Está bastante claro, y con este caso, más, que una vez unido el espermatozoide y el óvulo, la única forma de detener la vida es la muerte natural involuntaria, o el asesinato premeditado. Da igual cuántas semanas tenga. Quizá esta carta nos sirva para pensar si queremos a esa vida que hemos engendrado voluntariamente o si le podríamos decir a la cara estas cosas 25 años después de haber nacido. No vale con decir «ojos que no ven, corazón que no siente» y tolerar así el asesinato de algo que no ves.

Ahora mismo hay un ser humano en el mundo que algún día podrá plantearse lo siguiente:

Me intentaron matar en el momento más indefenso de mi vida, cuando más protección necesitaba y además era legal ¿en qué consiste la justicia y los derechos humanos?

No quiero acabar de esta forma tan desagradable. No pretendo demonizar a la madre que ha pasado por esto y que tendrá que pasar por mucho más. Todos somos débiles y nos equivocamos continuamente, aunque este tipo de errores sean de los más graves y no se puedan pasar por alto. En todo caso, está a tiempo de querer a su hijo y demostrarle que su amor está por encima de todos los problemas que puedan tener: económicos o de cualquier tipo. Ojalá el caso de este niño sirva para salvar otras vidas, o para recuperar el sentido común en la sociedad.

Finalmente dejo otra carta, esta vez en forma de canción “Palabras para Paula” de “La oreja de Van Gogh” de una madre a su hija, de cuando los seres humanos eran todavía humanos. No dejemos que esto de amar pase a la historia movidos por nuestro egoísmo atroz.

“si mueres moriré también”

“un amanecer sin nada que perder es muy difícil de entender”

Parábola de dos gemelos en el útero materno

El pasado sábado, José Ignacio González Faus, dio en Zaragoza unas charlas sobre él triduo Pascual. Dijo cosas muy interesantes, pero voy a recoger sólo un material que citó para hablar de la vida después de la muerte y cómo afrontamos lo desconocido. Empleó la siguiente parábola que por lo que he podido averiguar, es una historia relatada por Henry J. M. Nouwen. El texto que circula por internet, es la adaptación que hace Wayne W. Dyer de dicha historia en su libro “Tus zonas sagradas” de donde está extraído el texto que pongo a continuación.

Imagine esta escena si es tan amable.
Dos bebés se encuentran en el útero, confinados en las paredes del seno materno, y mantienen una conversación. Para entendernos, a estos gemelos les llamaremos Ego y Espíritu.

Espíritu le dice a Ego:
“Sé que esto va a resultarte difícil de aceptar, pero yo creo de verdad en que hay vida después del nacimiento”.

Ego responde:
“No seas ridículo. Mira a tu alrededor. Esto es lo único que hay. ¿Por qué siempre tienes que estar pensando en que hay algo más aparte de esta realidad? Acepta tu destino en la vida. Olvídate de todas esas tonterías de vida después del nacimiento.”

Espíritu calla durante un rato, pero su voz interior no le permite permanecer en silencio durante más tiempo.
“Ego, no te enfades, pero tengo algo más que decir. También creo que hay una madre.”

“¡Una madre!” –exclama Ego con una carcajada-. “¿Cómo puedes ser tan absurdo? Nunca has visto una madre. ¿Por qué no puedes aceptar que esto es lo único que hay? La idea de una madre es descabellada. Aquí no hay nadie más que tú y yo. Ésta es tu realidad. Ahora cógete a ese cordón. Vete a tu rincón y deja de ser tan tonto. Créeme, no hay ninguna madre.”

Espíritu deja, resignado, la conversación, pero la inquietud puede con él al cabo de poco. “Ego” –implora-, “por favor, escucha, no rechaces mi idea. De alguna forma, pienso que esas constantes presiones que sentimos los dos, esos movimientos que a veces nos hacen sentir tan incómodos, esa continua recolocación y ese estrechamiento del entorno que parece producirse a medida que crecemos, nos prepara para un lugar de luz deslumbrante, y lo experimentaremos muy pronto.”

“Ahora sé que estás completamente loco” –replica Ego-, “Lo único que has conocido es la oscuridad. Nunca has visto luz. ¿Cómo puedes llegar a tener semejante idea? Esos movimientos y presiones que sientes son tu realidad. Eres un ser individual e independiente. Éste es tu viaje. Oscuridad, presiones y una sensación de estrechamiento a tu alrededor constituyen la totalidad de la vida. Tendrás que luchar contra eso mientras vivas. Ahora, aférrate a tu cordón y, por favor, estate quieto.”

Espíritu se relaja durante un rato, pero al fin no puede contenerse por más tiempo. “Ego, tengo una sola cosa más que decir, y luego no volveré a molestarte.”

“Adelante” –responde Ego, impaciente-. “Creo que todas estas presiones y toda esta incomodidad no sólo van a llevarnos a una nueva luz celestial sino que cuando eso suceda vamos a encontrarnos con la madre cara a cara, y conocer un éxtasis que superará todo lo que hemos experimentado hasta ahora.”

“Estás totalmente loco. Ahora sí que estoy convencido.”