Ya lo decían Hansel y Gretel: No queremos SOPA queremos caramelos.

Pensando en el modelo de mercado actual, me viene a la cabeza el cuento de los hermanos Grimm “Hansel y Gretel” que se puede leer por ejemplo en la Wikipedia o ver en Youtube

La parte más conocida vendría a ser la de una bruja que jugando con la inocencia, facilmente tentable, de unos niños, les atrae hasta su terreno para aprovecharse de ellos. Como son niños, no se plantean que las cosas puedan tener dueño, o su picaresca les permite obviarlo apelando a la insolvencia, y nada más ver la casa de caramelo se la empiezan a comer. La dueña, lejos de enfadarse, parece que les invita a quedarse y a seguir consumiendo sus bienes sin pedirles nada a cambio como si no pasara nada. Claro, son niños y no se preguntan por qué aquella amable señora les ofrece cosas tan apetecibles y todo gratis.

Legalmente los niños habrían cometido un delito, aunque con el atenuante del consentimiento, o ausencia de denuncia, posterior de la señora.

¿Por qué la señora no denuncia la situación? ¿qué beneficio obtiene? ¿no se ha dado cuenta de que se están comiendo su casa?

No, el problema es que era una trampa, un anzuelo de toda la vida (puede que del 7000 a.C.). Hay un tiempo de lanzar la caña con comida gratis para los ingenuos peces, y un tiempo de recogerla y obtener el verdadero beneficio que el pescador, más astuto que los peces, ya preveía.

Y así estamos entre la piratería y la pesca, que parece que no va a ser con caña sino de arrastre.
Claro, consumir lo que no es tuyo es un delito, pero engañar a las personas para aprovecharse de ellas lo es más. Y sin embargo existe como modelo de negocio reconocido como el modelo de cebo y anzuelo

“Una variante de este modelo es la empresa que ofrece el software gratuito [1] para leer los archivos en un determinado formato y cobrar una suma por el software que puede crear archivos en ese formato.”

El cuento, bastante cruel por cierto, empieza explicando por qué los dos niños estaban perdidos en el bosque, y por lo visto fue por que sus padres les habían abandonado allí. Les habían expuesto deliberadamente a los peligros del bosque porque no se podían hacer cargo de ellos. En una sociedad que educa en “la ley del más fuerte” y en que cada uno “se saque las castañas del fuego”, o “si no me pillan no pasa nada”, y “tú barre para casa”, el cuento me vuelve a recordar a la realidad actual. Los consumidores no son personas a las que dar un servicio, cuidar y proteger, sino compradores en medio del bosque del consumo, dejados de la mano de los gobiernos que presionados por los mercados, no aciertan a velar por el crecimiento humano, moral y ético de sus ciudadanos.

La historia acaba con un nuevo engaño. La astucia, esa «virtud» que nos gusta más que la inteligencia, sigue siendo la reina, pero ahora es la bruja la que es traicionada y engañada y echada al fuego del horno. Porque los niños serán niños, pero tienen también instinto de protección y cuando descubren el engaño se rebelan, de la misma forma inmadura con la que cayeron en la trampa: recurriendo a la venganza y sin entender muy bien la responsabilidad o culpabilidad de sus actos, sintiendo que es justo lo que hacen.

Usar productos informáticos comerciales protegidos sin haber pagado por ellos, tecnicamente es un delito, como comerse la casa de caramelo de la bruja (aunque sea una bruja y sea insignificante lo que has comido). Sin embargo, gracias a este “delito” y no por su calidad de servicio, Microsoft se convirtió y sigue siendo el líder del mercado por la forma en que se difundió su sistema operativo; Además, si no tienes instalado el “Microsoft Office Word”, no podrás leer los documentos de otras personas; Bueno, podrías hacerlo si estuviesen en PDF, en “Adobe PDF”; Y hablando de Adobe, por medio sobre todo de “Adobe Photoshop”, esta empresa tiene el monopolio absoluto de sowftware de tratamiento de imagen ¿Alguien no sabe lo que es el Photoshop?. Podría seguir citando marcas, discográficas, productoras de cine… que han hecho la vista gorda, mientras los niños engordaban en la jaula de la casa de caramelo sin que su crecimiento económico se viera afectado, al contrario. Pero llega el tiempo de comerse a los niños, de recoger lo sembrado y de convertir la casa de caramelo en la jaula.

Que yo sepa, ninguna de estas empresas se ha visto afectada por la crisis, ni está a punto de cerrar por pérdidas, simplemente querría tener más ganancias, lo cual, en la cultura de la ley del más fuerte, es perfectamente lógico y encomiable: “Si yo he ideado un sistema (una trampa) que me enriquece dentro de la legalidad vigente ¿qué mal hago? Los delincuentes son los piratas que no están pagando por mi producto (según las reglas del juego que yo he puesto)”. Así que, según esto la ley habría de amparar a las “pobres” empresas con leyes SOPA, PIPA, SINDE, o lo que venga después, en un marco que ya empieza a estar preparado para censurar la red y poder controlar y denunciar a usuarios particulares. Hace tiempo que Windows advierte cuando tienes software pirata (aunque supuestamente no haga nada), que Youtube detecta los contenidos con copyright (y pone publicidad relacionada) aunque los puedas seguir teniendo… Es decir, la jaula está lista o en fase de pruebas, solo falta cerrarla y preparar el horno para cocinar a Hansel.

Desde mi punto de vista cristiano y con mis propias limitaciones y falta de información, creo que toca discernir lo que hacemos, lo que consumimos y cómo vamos a evitar la jaula que nos han preparado, sin caer en venganzas, represalias, guerras informáticas, o actos en sí delictivos, aunque sean motivados por un abuso mayor y resulten eficaces. En este sentido parece que la SOPA se va a enfriar un poco, al menos de momento. Pero no creo que sea bueno ponernos incondicionalmente en manos de movimientos “underground” para combatir la injusticia y el abuso.

Por último, me pregunto si todas estas leyes atacarán a la pornografía o este es un negocio demasiado rentable como para tocarlo (a lo mejor la SOPA se están deteniendo por esto). Por lo visto Megaupload suponía el 4% del tráfico de internet, pero es que la descarga de pornografía en programas p2p podría estar entorno al 35% según datos sobre la pornografía en Internet, bastante complicados de obtener. Por cierto que en el paquete de Megaupload estaba también Megaporn, que me imagino a lo que se dedicaba, y que en las noticias del cierre a penas mencionan de pasada, porque por lo visto esto debía estar entre los contenidos «legales» o poco relevantes de la operación

Internet no puede ser la jungla sin ley donde el anonimato lo permita todo y donde unos cuantos se aprovechen de la ingenuidad de la mayoría, por eso me parece peligroso ponerse simplemente del lado de los que defienden solo la libertad de Internet. Creo que hacen falta leyes que regulen y protejan, pero no a las empresas sino a los usuarios, para que la gratuidad y libertad siga abriéndose camino y siendo ejemplo en Internet, pero no a costa de la ilegalidad ni como reclamo de marketing para obtener un beneficio mayor.