Estar en la muerte

Simplemente estar a su lado es lo último que se puede hacer por un enfermo; es lo más inútil probablemente, pero también lo más esencial. Estar: no perderse ese momento, que es el del misterio. No dejar a nadie a solas con la muerte, pues ya la muerte es la experiencia de la máxima soledad.

Pablo D’Ors, Olvido de sí, (biografía del beato Charles de Foucauld)

Evangelizar IV

Ser testigo del evangelio no significa simplemente testimoniarlo ante el mundo, sino ser capaz de captar los testimonios que de él hay por todas partes. El Evangelio está de pié, y vivo, pendiente sólo de que venga alguien y lo cea y se asombre. Lo increíble es que Dios está mucho más cerca de lo que imaginamos. Basta abrir una puerta, o una ventana, y podemos encontrarlo; basta abrir los ojos o hacer silencio durante unos minutos. Nunca nos acostumbraremos a la proximidad de Dios: a su impregnarlo todo, todo…., a su no imponerse nunca. Me asusta pensar de que Dios está aquí…»

Pablo D’Ors, Olvido de sí, (biografía del beato Charles de Foucauld)

res21pan

Meditación y silencio: coloquio de amor

Por meditar entiendo hacer silencio, es decir, percatarse del silencio que somos. Por meditar entiendo ver sin pensar. Por meditar entiendo examinar la conciencia, poder recrearse en una palabra, mantener un coloquio de amor y, por supuesto, escuchar. Quien sepa hacer todo esto es para mí una persona.
Pablo D’Ors, El olvido de sí,(biografía del beato Charles de Foucauld)

Duna21

Dios del desierto. Dulcísimas mociones

El Dios del desierto me ha enseñado que lo que instruye es lo que acontece, solo lo que acontece, y que toda la vida, por anodina o gris que pueda resultar, es una infinita secuencia de divinas y dulcísimas mociones, a cada cual más seductora.”
Pablo D’Ors, Olvido de sí, (biografía del beato Charles de Foucauld)

Duna5</a

Evangelizar II

Para evangelizar hay que ir con las manos vacías y abiertas, de frente, poniéndose simplemente a disposición de Dios y de los demás. Si tengo tanto reparo hacia las estrategias evangelizadoras es porque retardan infinitamente la hora de la acción”
Pablo D’Ors, El olvido de sí ( biografía del Beato Charles de Foucauld)