Cada día, recicla tu corazón

Podemos plantear el adviento como una metáfora de reciclaje, donde hay que renovar la humildad, el perdón, la búsqueda y la misión, aplicando a cada una de ellas las 3 erres: reducir (lo que me sobra), reutilizar (en mi vida la Palabra de Dios) y reciclar (o convertir lo viejo que hay en mí, en algo nuevo)

De esta forma podemos cambiar el mundo.
¿Puede ser esta la salvación que esperamos?