Acostumbrar a enamorarse de Dios»
Santa Teresa
Etiqueta: Santa Teresa de Jesús
Sobre la oración
Humanidad de Jesucristo III
Puede representarse delante de Cristo y acostumbrarse a enamorarse mucho de su sagrada Humanidad y traerle siempre consigo y hablar con Él, pedirle para sus necesidades y quejársele de sus trabajos, alegrarse con Él en sus contentos…, sin procurar oraciones compuestas, sólo palabras conformes a sus deseos y necesidad.
santa Teresa de Jesús
Humanidad de Jesucristo I
Procuraba lo más que podía traer a Jesucristo, nuestro bien y Señor, dentro de mí presente, y ésta era mi manera de oración. Si pensaba en algún paso, le representaba en lo interior.
Santa Teresa de Jesús
Santa Teresa X
Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
todo lo alcanza.Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
quien a Dios tiene.Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios tu tesoro
nada te falta.Id, pues, bienes del mundo;
id dichas vanas;
aunque todo lo pierda,
sólo Dios basta.
Santa Teresa VIII
Santa Teresa VII
Santa Teresa de Jesús IV
Santa Teresa de Jesús III
Dadme muerte, dadme vida:
Dad salud o enfermedad,
Honra o deshonra me dad,
Dadme guerra o paz crecida,
Flaqueza o fuerza cumplida,
Que a todo digo que sí.
¿Qué queréis hacer de mí?Dadme riqueza o pobreza,
Dad consuelo o desconsuelo,
Dadme alegría o tristeza,
Dadme infierno, o dadme cielo,
Vida dulce, sol sin velo,
Pues del todo me rendí.
¿Qué mandáis hacer de mí?Si queréis, dadme oración,
Sí no, dadme sequedad,
Si abundancia y devoción,
Y si no esterilidad.
Soberana Majestad,
Sólo hallo paz aquí,
¿Qué mandáis hacer de mí?Dadme, pues, sabiduría,
O por amor, ignorancia,
Dadme años de abundancia,
O de hambre y carestía;
Dad tiniebla o claro día
Revolvedme aquí o allí
¿Qué mandáis hacer de mí?
Santa Teresa II
Santa Teresa I
Santa Teresa
Me sorprende, a estas alturas, su modernidad, su afán reformador; ese mantenerse con una voluntad enorme –enferma, pero a la vez llena de una energía muy suya– entre el mundo y el silencio y la soledad más sonoros; ese conjugar la celda y la interioridad más sublimes con el recorrer los caminos a pie o en carromato. Y su prosa, llena de sabor y de un aparente hermetismo que la hace aún más misteriosa –
Antonio Colinas