Escultismo y Reino.

Son muchas (y muy buenas) las cosas que nos aporta el Escultismo. A mi personalmente me ha ayudado a ser persona (mejor no lo sé, pero bueno como mínimo más persona), me ha regalado a los que ahora siguen siendo mis amigos, capacidad de reflexión, generosidad, entrega, compromiso. Y por supuesto, me ha ayudado a discernir acerca de cuál podía ser la vocación que más feliz me podía llegar hacer. Hoy doy GRACIAS a Dios, por todos esos religiosos y seglares que me ayudaron a descubrirlo.

Realmente creo que el ser Scout me ha hecho ser consciente de que otro Mundo es posible, que entre todos podemos construirlo, y de que efectivamente y con el servicio al que nos necesita, la Palabra se hace carne. Y es que así es mucho más fácil el poder llegar a comprenderlo todo. La fe que profesamos se materializa y toma forma cuando en la experiencia es Jesús mismo quién se nos presenta. De verdad creo que otro Mundo mejor es posible y ese es Su Reino. Si hoy me siento feliz es por que en los Scouts se me ayudó a serlo.

Hoy brota en mí un sentimiento de verdadero agradecimiento hacia sir Robert Baden Powell. Sin su persona, mensaje y Movimiento, es muy probable que yo no estaría aquí dónde ahora estoy. De ahí mi agradecimiento entero hacia él. También hacia los Marianistas, que hace 50 años apostaron por abrir un grupo scout en el Colegio del Pilar de Valencia. Un grupo y que a lo largo de todo este tiempo ha regalado mucha vida y ayudado a ser feliz a muchos niños y jóvenes. Yo soy uno de ellos y hoy más que nunca, me siento muy orgulloso de ser Scout.  Ojala Jesús siga siendo Luz en nuestro camino, que ÉL llegue a ser ese primer Scout al que nos queremos parecer, que no se nos olviden sus Bienaventuranzas, y que entre todos lleguemos a construir Su Reino. Ese seguro que será el Mundo mejor al que se refería Sir Robert Baden Powell. 

Ya para concluir, os dejo el último mensaje que a modo de testamento Baden Powell nos regaló. Creo de verdad, que éste puede aportarnos un poco de luz tanto a los que somos Scouts como a los que no. Ahí va:

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Queridos scouts:

Si habéis visto alguna vez la obra Peter Pan recordaréis cómo el jefe de los piratas siempre estaba pronunciando su discurso de despedida por temor de que cuando le llegara su hora no tuviera ya tiempo de compartirlo. Algo así me sucede a mí, y, aún cuando no me estoy muriendo en este momento, lo haré uno de estos días y quiero mandaros un mensaje de despedida. Recordad, esto es lo último que oiréis de mí, por tanto meditadlo.

He tenido una vida muy dichosa, y quiero que cada uno de vosotros la tenga también.

Creo que Dios nos puso en este mundo maravilloso para que fuéramos felices y disfrutáramos de la vida. La felicidad no procede de ser rico, ni siquiera del éxito en la propia carrera, ni de concederse uno todos los gustos. Un paso hacia la felicidad es hacerse sano y fuerte cuando niño, para poder ser útil y así gozar de la vida cuando se es un hombre.

El estudio de la naturaleza os mostrará cómo Dios ha llenado el mundo de belleza y de cosas maravillosas para que las disfrutéis. Contentaos con lo que os haya tocado y sacad el mejor partido de ello. Mirad el lado alegre de las cosas en vez del lado triste.

Pero el camino verdadero para conseguir la felicidad pasa por hacer felices a los demás. Intentad dejar este mundo un poco mejor de como os lo encontrasteis y, cuando os llegue la hora de morir, podréis morir felices sintiendo que de ningún modo habréis perdido vuestro tiempo sino que habréis hecho todo lo posible. Así, estad «Siempre Listos» para vivir felices y morir felices: aferraos siempre a vuestra promesa Scout, aún cuando hayáis dejado de ser muchachos, y que Dios os ayude a hacerlo así.

«Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros» (Jn 1,14)

Para un Scout como yo, esta traducción de un versículo del Nuevo Testamento  (y del inicio del Evangelio de Juan), le resuena un mucho a ese estilo propio con el que los Scouts nos relacionamos con el Padre y por supuesto, y también… con el Hijo.

Acampar es parar en un lugar. Darlo todo allí a dónde te has dejado caer. Contemplar, regalar y por que no decir… una manera de vivir. Escuchar, actuar, comprender, respirar… atender. Acampar es compartir sin pensar lo que mañana pueda suceder. Acampar es sonreír a la sencillez de la noche, para desde allí esperar en el velar… la gran teofanía del amanecer.  Acampar es aprender amar, es entregarte, sacrificarte y llegar a darte… sin esperar del otro nada. Sin más. Acampar es estar hoy aquí y mañana allí. Es decir «adiós» sin avisar, para llegar a reconocer (y agradecer)… tu presencia en el ayer.

«Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros» (Jn 1,14)

Una Palabra, un Dios… un Padre, un Hijo, un Amor, un Espíritu… una Humanidad, un Perdón, una Paz y una Luz. 

 

«Yo soy la Luz del Mundo» (Jn 8,12)

Gracias Jesús por «acampar» entre nosotros. Gracias Padre, muchas gracias por mandárnoslo. Hoy los Scouts de Valencia, vamos a teneros muy presentes. Hemos traído vuestra Luz desde Belén, por que queremos que un año más, vuestra Palabra entre nosotros vuelva a acampar.

 

 

 

Enlace a nuestro sitio web: http://www.gsxelpilar.org/luzdelapaz2010

Enlace a la página web oficial de MSC: http://luzdelapaz.org/

Video explicativo de la iniciativa llevada a cabo por los Scouts de Austria:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=N5w4aGGzUKU[/youtube]