Vida religiosa

(La vida religiosa) es renunciar, por una declaración auténtica y autorizada por la Iglesia, a los negocios, ocupaciones, bienes, honores y placeres del mundo. Es renunciar a todo ello y para siempre por el compromiso adquirido con Dios, que viene a ser el único objeto de todos sus pensamientos, de todos sus afectos y de todos sus deseos, de modo que ya no puede usar de las cosas, incluso de las necesarias a nuestra humana condición, más que enderezándolas a Dios y con la idea de agradarle.

Beato Guillermo José Chaminade

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