Vivian Maier

al final de su vida, con la mente más revuelta que lo que la había tenido jamás, se sentaba en un banco de Roger Beach y dejaba pasar el tiempo. Contemplaba en silencio. A solas con el misterio. Nada.

Tenemos que dejar sitio a los demás. Esto es una rueda, te subes y llegas al final, alguien más tiene tu misma oportunidad y ocupa tu lugar, hasta el final, una vez más, siempre igual. Nada nuevo bajo el sol.

Había trabajado muchos años como niñera en New York y Chicago. Mientras paseaba con sus pupilos hacía fotografías.  Más de cien mil. Nadie supo de su trabajo hasta su muerte. Hoy está considerada como una de las grandes fotógrafas del siglo XX: Vivian Maier, NY 1926- Chicago 2009.

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