Hoy en clase de Moral Social, el profesor nos ha presentado un artículo que publicaba hoy mismo El País sobre el filósofo y sociólogo polaco Zigmunt Bauman. Puedes leerlo aquí “El 15-M es emocional, le falta pensamiento”
La verdad es que me ha parecido muy interesante. Es duro y quizá pesimista, o quizá le da un toque de realismo a la situación, esperando un impacto menor, pero más real.
¿Llegará todo esto a provocar un giro en el sistema, un colapso o algún cambio sustantivo? Su respuesta es que, en estos momentos, prefiere hablar de “transición” y no de “cambio”. Necesitaría hechos más netos para pronunciarse sobre el alcance de los actuales trastornos. “Antes, hacía falta mucho tiempo para preparar unas protestas masivas como las del 15-M, pero hoy las redes sociales permiten enormes concentraciones en muy poco tiempo”. Pero volvemos a lo mismo: de igual manera que se concentran y actúan con velocidad, muy poco después se detienen.
Toda protesta o tiene una organización detrás, una estructura sólida, o muere, desaparece, se evapora…..Y luego la protesta ha de calar, interiorizarse, extenderse. Hay tanto individualismo, que hay muchos y muchas que sólo salen a la calle cuando les afecta lo suyo…Y el poder no oye, no escucha, deja pasar el tiempo y espera que las multitudes que no salen, que no se solidarizan con el dolor ajeno, que «pasan» de la política, les apoyen en el silencio del voto. Y el silencio, hoy más que nunca, es político. Por otro lado en el 15-M hay algunas/os que desconfían tanto de la política institucionalizada, que ni siquiera votan, no participan en organizaciones…Y esos silencios cuando hay que decidir benefician al partido mayoritario….Un abrazo.