Spes nostra

 La esperanza cristiana en realidad no defrauda y no falla. Esperar no es convencerse de que las cosas mejorarán, sino de que todo lo que sucede tiene sentido a la luz de la Pascua. Pero para esperar cristianamente uno debe —como enseñaba San Agustín a Proba — vivir una vida de oración sustanciosa. Es allí donde se aprende a distinguir entre las expectativas y las esperanzas.

Francisco,  27 febrero 2020

 

Francisco ante el Crucifijo Milagroso, que recuerda la peste de 1522

Deja una respuesta