Al este del edén (III)

«Un niño preguntaría: “¿De qué trata la historia del mundo?” Y un adulto preguntaría: “¿Hacia dónde va el mundo? ¿Cuál será su fin, y, mientras estamos en él, qué pasa?”

Creo que hay una sola historia en el mundo que ha conseguido espantarnos e inspirarnos de tal modo que vivimos en una película de episodios a lo Pearl White, en la que se suceden alternativamente la reflexión y el asombro. Los humanos están atrapados – en sus vidas, en sus pensamientos, en sus anhelos y ambiciones, en su avaricia y crueldad, y también en su bondad y generosidad – en una red entretejida de bien y mal. Yo creo que esta es nuestra única historia y que tiene lugar en todos los niveles del sentimiento y de la inteligencia. La virtud y el vicio forman la urdimbre y la trama de nuestra primera codicia, y serán también la factoría de la última, y ello a pesar de los cambios que podamos imponer en las tierras, ríos y montañas, en la economía y en las costumbres. No hay otra historia. Un hombre, después de barrer el polvo y las astillas de su vida, tiene que enfrentarse tan solo con estas duras y escuetas preguntas: ¿Fue mi vida mala o buena? ¿He hecho bien o mal?

(…) Sólo tenemos una historia. Todas las novelas, la poesía entera, están edificadas sobre la lucha interminable entre el bien y el mal que tiene lugar en nuestro interior. Y también pienso que el mal debe engendrarse a sí mismo constantemente, mientras que el bien, la virtud, son inmortales. El vicio muestra siempre un rostro juvenil, mientras que la virtud es más venerable que ninguna otra cosa en el mundo.»

John Steinbeck

Un comentario en «Al este del edén (III)»

  1. Hola que tal soy Xavi muy bonito y profundo siempre los abuelos y los niños nos pueden enseñar mucho.Los niños tienen candidez y los mayores tienen mucha experiencia.
    Gracias por tu aportación.
    Un saludo.

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