artesano

nos definimos como Homo faber, el artesano, el fabricante que realiza una acción. Y olvidamos que esta queda incompleta si es mera actividad, puro hacer. Bienaventurados los que viven una historia y la pueden contar. Bienaventurados los que cultivan flores, pero interrumpen su labora ante ellas, disponibles y extasiados. Lo peor que nos puede suceder es invertir una vida altamente productiva, pero que ha perdido la capacidad de asombro, la posibilidad del gozo. Ahora bien, la alegría no nos llega cuando interrumpimos la vida: la alegría nace cuando tomamos uno de sus hilos, uno cualquiera, y somos capaces de conducirlo creativamente a su cenit.

Tolentino

 

Deja una respuesta