«Buscad siempre su rostro»

«El Dios que buscamos espero venga en mi ayuda para que mi trabajo no sea estéril y podamos entender lo que dice este sagrado salmo: Alégrese el corazón de los que buscan al Señor; buscad al Señor y fortaleceos; buscad siempre su rostro. Parece que jamás se encuentra lo que siempre se busca, ¿cómo pues, ha de alegrarse y no sentir tristeza el corazón de los que buscan, si no pueden encontrar lo que buscan?
Si en la búsqueda puede ser encontrado, ¿por qué se dice: Buscad siempre su rostro? ¿Se ha de seguir buscando una vez encontrado? En efecto, así se han de buscar las realidades incomprensibles, y no crea que no ha encontrado nada el que comprende la incomprensibilidad de lo que busca. ¿A qué buscar, si comprende que es incomprensible lo que busca, sino porque sabe que no ha de cejar en su empeño mientras adelanta en la búsqueda de lo incomprensible, pues cada día se hace mejor el que busca tan gran bien, encontrando lo que busca y buscando lo que encuentra? Se le busca para que sea más dulce el hallazgo, se le encuentra para buscarle con más avidez»
SAN AGUSTÍN, De Trinitate XV, 2, 2.

Un comentario en ««Buscad siempre su rostro»»

  1. Tenía que ser San Agustín! Con que claridad expresa siempre todo desde su rica experiencia personal!
    Para graficar la comprensión de las cosas espirituales yo me imagino un tornillo, mas bien la espiral del tornillo, porque a medida que voy comprendiendo un poco voy avanzando, como llendo mas profundo pero en círculos, como en espiral, pues regreso a darme cuenta que aún no comprendo del todo y que hay que comenzar a comprender mas.

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