Candor infantil

El hombre es un ser pensante, pero sus grandes obras las realiza cuando
no calcula ni piensa. Debemos reconquistar el «candor infantil» a través dé largos años de ejercitación en el arte de olvidarnos de nosotros mismos. Logrado esto, el hombre piensa sin pensar. Piensa como la lluvia que cae del cielo; piensa como las olas que se desplazan en el mar; piensa como las estrellas que iluminan el cielo nocturno, como la verde fronda que brota bajo el tibio viento primaveral. De hecho,él mismo es la lluvia, el mar, las estrella, la fronda.

Eugene Herrigel

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