¿Por qué la Iglesia…? Ser fuego

¿Por qué la Iglesia no es ya capaz de ganar para sí a las fuerzas más vivas del espíritu creador, sea en el campo del pensamiento sea en el del arte?, pregunta Celestino VI en una de las cartas que dirige a los sacerdotes. «¿Por qué tantas personas ardientes, tantas inteligencias animosas, tantas capaces de fe y sacrificio no van a vosotros y no entran en vuestras iglesias?» Y recomienda: «Sed fuego y todos vendrán a calentarse el corazón junto a vosotros»
Giovanni Papini (1881-1956), cartas del Papa Celestino VI

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No hacer nada. Ofrenda del ser. Enfermedad

Es fácil estar disponible para hacer cualquier cosa o hacer algún servicio, siempre pidiendo la gracia de Dios. Sin embargo qué difícil es decir : «Aquí estoy, Señor, habla, que tu siervo escucha». Aunque ese hablar implique las últimas consecuencias. Ahí es donde realmente se cumple aquello que dijo Jesús: «Si el grano de trigo no muere, es imposible que de fruto».(…)

En estos días en que mi cuerpo se encuentra prácticamente sin fuerzas, sin apenas movilidad, sin poder realizar los movimientos cotidianos normales, es cuando uno cae en la cuenta de la profundidad de este mensaje: Hay que morir, hay que debilitarse, hay que no ser nada, para que Dios pueda valerse de nuestro no hacer nada»

Idelfonso María García Palacios, CMF, dictó estas palabras a sus compañeros una semana antes de morir con 25 años, tras vivir un año la enfermedad del cáncer.

Su testimonio de fe, impresionante, está en

Un itinerario inesperado. El diario de Ilde, Publicaciones claretianas

En el corazón del sueño

Todo el mundo del arte es un viaje por esas fantasmagorías del corazón. Acudimos a él queriendo ver no nuestra vida real, sino la soñada; no nuestros éxitos o nuestros fracasos sino las criaturas que pueblan nuestras fantasías.

No leemos para buscar lo que existe, un espejo que nos dé la imagen de lo que sabemos, sino para ver más allá. No para acercarnos a lo que somos, sino a lo que deberíamos ser. Para ser lo que no hemos sido. Y los pavos reales representan como ningún otro ser del mundo ese deseo de transfiguración. Se pasean distantes ante nuestros ojos, y de pronto abren sus colas y estamos, con Cenicienta, en la escena del baile: en el reino de la fábula.

La infancia pertenece a ese reino. Es a la vez el jardín de los muertos y de los vivos, el lugar en que los peces guardan los anillos de los que se aman y en que hombres diminutos quieren raptar a los niños. El jardín de los seres perdidos y el jardín en que los pavos reales nos entregan altivos sus ojos. Son esos ojos los que nos recuerdan, cuando flotan en sus colas, que en el corazón de lo real viven siempre los sueños».

Gustavo Martín Garzo

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Orientaciones para la vida cristiana.

Reservar tiempo para la escucha de la Palabra de Dios, escrutar los signos de la vida y de las maravillas de Dios, estar atentos al aliento del Espíritu y a las personas que nos rodean, a la acogida del reino de Dios, valorar el silencio, redescubrir el sentimiento de la belleza como expansión del alma en medio del bullicio de la ciudad, celebrar con gozo la eucaristía y los sacramentos, disponer todo nuestro ser a la «sabiduría de Dios», que tiene su plenitud en la cariad, y que se encuentra en los sencillos y en los pobres. La orientación total de corazón hacia Dios colma a la persona de verdaera alegría y de la paz propias de quien vive las bienaventuranzas y se sabe sostenido por el amor del Señor en todo momento»
José María  Avendaño

Sabiduría de un pobre

Francisco escuchó una voz que le hablaba al corazón:»Aprende, ya que yo soy Dios, y deja para siempre de turbarte…Soy yo el que te ha llamado. Soy yo el que guarda el rebaño y lo apacienta, Yo soy el señor y el pastor. Es cosa mía. No te asustes más» «¡Dios, Dios!», dijo despacito Francisco, «eres protector. Eres guardían y defensor. Grande y admirable. Tú eres nuestra suficiencia. Amén. Aleluya.
Eloi Leclerc, La sadicuría de un pobre»

Contemplación

La contemplación es una actitud general que debe impregnar toda nuestra vida: una actitud de desprendimiento y de libertad de apertura a los demás y a los signos de la realidad, de disponibilidad, de paz, de gozo, de coraje y de fe que supera la crispación del sujeto centrado en sí mismo y fijo en la idea de que la acción depende exclusivamente de su esfuerzo»

Fernando Urbina,Comentario a Noche oscura y Subida al Monte Carmelo, PPC

Etica, estética, erótica

Maestro, ¿dónde moras? Fueron y vieron.
Debemos pasar de la morada de la ética o el deber, de la estética o el contemplar a la erótica o dejarse enamorar.
Entrar en esta morada es dejarse besar por el leproso, como Francisco. Ser besado por el amor del pobre, rendirse a él.
“En esta morada habitan sin saberlo muchos anónimos convecinos nuestros, mártires silenciosos de callado amor, en la cabecera de enfermos reclacitrantes, madres en las largas colas de invierno de las penitenciarías, abuelos ocupándose de niños revoltosos a cuyos padres alguien introdujo por sinuosos corredores…con la única fuerza de la debilidad, con el único poder de la impotencia y con la única riqueza de esa red enmarañada de relaciones tejías a base de amor, cariño, ternura y paciencia. En la Iglesia no podemos dejárnosla enajenar o, como hacen las instituciones civiles, derivar”
JL Segovia

Calella. Cinquena ed

Cristo vivo, Cristo muerto

De excursión con un grupo de personas con discapacidad intelectual al Monasterio de San Lorenzo del Escorial, en Madrid, delante del “Cristo de la Buena Muerte”, uno de ellos me hizo un comentario.

Comentario con el que caí en la cuenta de que hay veces que miramos sin ver y hay otras que vemos sin mirar:

“Isa, en esta cruz Jesús está aún vivo, no como en otros que ya está muerto”

Efectivamente, Jesús aún vivía.

Lo que me dijo, y la capacidad de la mirada, está siendo mi punto de reflexión en esta cuaresma. Después de esto me voy fijando en los crucifijos y en si Jesús está vivo o muerto entre nosotros.

Orar con una palabra

Crisro de Javier, el Cristo sonriente

María Magdalena

De otros de dice que lo dejaron todo por seguir a Jesús. María Magdalena no tenía nada que pudiera dejar, solo podía ganarlo todo. Ella no le siguió como otros, solo sabía que el era el único lugar en el mundo en el que ella podía vivir y en el que podía abandonarse a la vida. Ella le siguió como puede decirse de una golondrina que sigue al verano: para permanecer siempre en el lugar que estaba y donde encontraba calor. En ningún otro lugar podía creer María Magdalena que encontraría lo que Jesús era para ella y lo que le había dado”
E.Drewermann

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Aquí está Dios. Presencia viva

Dios, en lo que tiene de más viviente y de más encarnado, no se halla lejos de nosotros, fuera de la esfera tangible, sino que nos espera a cada instante en la acción, en la obra del momento. En cierto modo se halla en la punta de mi pluma, de mi pico, de mi pincel, de mi aguja, de mi corazón, de mi pensamiento”
Teillard de Chardin

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Alabanza pascual

La misión del ser humano es poder escuchar los miles de ecos que vienen de esa gran Voz, celebrar su grandeza y unirse a la canción de alabanza que todas las coSas hacen a su Creador. El ser humano está llamado a ser sinfónico y a reconocer al maestro de esta orquesta cósmica. Dios vivificador y “atractor” de todo. Se trata, como decía Willina Blake, de “ver el mundo en un grano de arena, el cielo en una flor silvestre, contener el infinito en la palma de la mano y la eternidad en una hora. En esta capacidad muestra toda su grandeza, realiza su misión y encuentra su felicidad”
L. Boff