Ser luz

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El mundo de hoy, el hombre de hoy necesita luz, mucha luz blanca, que perfore el grueso manto de tinieblas que le ocultan la verdad y el bien.

La luz viene de Dios, pero viene a través de los hombres; cada uno de nosotros debe llegar a convertirse en algo así como en un reflector de Dios.

Reflectores que reciban y transmitan y, si es posible, refuercen, la luz recibida; reflectores que iluminen y orienten; reflectores que hagan sentirse más seguros a cuantos alcanzan su chorro luminoso.

Disipar tinieblas, transmitir luz, hermoso ideal. Es el ideal del mismo Jesús: «Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no camina en tinieblas» (Jn 8, 12).

Es la misión del cristiano: «Vosotros sois la luz del mundo«(Mt 5, 14). En medio de las tinieblas de la humanidad, el cristiano está llamado a encender su cerilla para que el hombre perdido encuentre la puerta de la salvación.

Los cinco minutos de Dios
Alfonso Milagro

Un poco de luz- Musical Spínola- mp3