Historias

Creo en inventar historias con las que se pueda encontrar el camino de regreso. En percibir a ese niño, a esa niña, que están ahí, delante mío, a la espera de la palabra primordial que los fascine en su propio vuelo y que los rete en su inteligencia, con la que puedan entregarse al viaje de lugares insospechados, los que otorgan las más íntimas indagaciones, para que algún día puedan preguntarse, narrando cada uno de sus sueños, quién soy y qué hago aquí. Y si el mundo, a veces, no es el mejor sitio posible, me toca, nos toca, darles mayores gestos de amor, territorios escritos, profundos y complejos, para poderlos acompañar a imaginar, pensar y descubrir que la vida es siempre hermosa, a pesar de la vida, y a pesar de nosotros.

Maria  Baranda, al recibir el premio Iberoamericano de literatura infantil y juvenil