No me arrepiento de mi amor

Tú sabes bien cómo he querido siempre adherirme a ti; así pues, guárdame en esta voluntad hasta el final. Siempre he creído en ti, siempre te he amado, incluso cuando he pecado contra ti. Me arrepiento de mis pecados hasta morir. Pero no me arrepiento de ninguna manera de mi amor, sino de no haberte amado tanto como debía.

Guillermo de Saint-Thierry

An unidentified masked penitent is seen as he walks on the way at ‘Los Picaos’ brotherhood procession in San Vicente de la Sonsierra,

Perdona

Pobre de mí, mi conciencia me acusa sin cesar y la verdad no me puede excusar diciendo: no sabía lo que se hacía. Perdona, pues, Señor, al precio de tu preciosa sangre, todos los pecados en los que he caído, consciente o inconscientemente. Sí, Señor, verdaderamente he pecado, y voluntariamente, y mucho. Después de haber recibido el conocimiento de tu verdad, he ofendido al Espíritu de gracia

Guillermo de Saint-Thierry

Experiencia de Dios

En La Iglesia de San Francisco, en La Habana, cuando comenzó el Credo, algo estalló dentro de mí como un trueno. Supe con la certeza más absoluta e incuestionable que delante de mí, directamente presente en una aprehensión, que estaba por encima de la de los sentidos, estaba Dios en toda su esencia, todo su poder, Dios en la carne y Dios en sí mismo. Era una luz tan brillante que carecía de relación con cualquier otra luz visible; tan profunda y tan íntima …y sin embargo, la cosa que más me chocó fue que esa luz era, en cierto sentido, ordinaria. Era una luz (y eso me quitó más el aliento) que se ofrecía a todo,a todos, y no había nada extraño ni especial en ella. Era la luz de la fe,profundizada y reducida a una obviedad extrema,y repentina.

Thomas Merton

San Francisco de Asis Square in old havana

Abismo de la divinidad

vivir fuera de  sí por estar más allá de sí mismo. Es el futuro inimaginable, el inalcanzable futuro de esa promesa de vida verdadera que el amor insinúa en quien lo siente. Lo que no conocemos y nos llama a conocer. Ese fuego que alienta ene lsecreto de toda vida. Lo más escondido del abismo de la divinidad; lo inaccesible que desciende a toda hora»
María Zambrano

María Zambrano