¿quién cada nueve de noviembre, como siempre y sin tarjeta, le mandaba un ramito de violetas….

 

Quien le escribía versos dime era
Quien le mandaba flores por primavera
Quien cada nueve de noviembre
Como siempre sin tarjeta
Le mandaba un ramito de violetas

Y cada tarde al volver su esposo
Cansado del trabajo la mira de reojo
No dice nada porque lo sabe todo
Sabe que es feliz, así de cualquier modo
Porque él es quién le escribe versos
Él, su amante, su amor secreto
Y ella que no sabe nada
Mira a su marido y luego calla

Tender un puente

A veces cuando hablo de esto la gente se sorpende. O se enfada. Pero yo no digo nada polémico en absoluto, simplemente doy fe de un hecho: conozco a muchos sacerdotes gais célibes, religiosos gais y religiosas lesbianas. En ocasiones, ellos han sido mis directores espirituales, mis confesores e inclusos mis superiores religiosos. Algnos de ellos son las personas más santas que he conocido. Decir que los conozco es como decir que veo el sol en el cielo. Es un hecho, ni más ni menos.

 

Diálogo de tulipanes

A la pregunta siempre embarazosa: ¿qué estás escribiendo ahora?, respondo que escribo sobre flores, y que otro día elegiré un tema todavía más nimio, más humilde si cabe. Una taza de café solo. Las aventuras de una flor de cerezo. Pero por ahora tengo ya mucho para ver: nueve tulipanes muriéndose de risa en un jarrón transparente. Miro su estremecimiento bajo las alas del tiempo que pasa. Tienen una manera radiante de estar indefensos, y escribo esta frase a su dictado. «Lo que constituye un acontecimiento es lo que está vivo y lo que está vivo es lo que no se protege de su pérdida

Christian Bobin

Gaudete et exultate: todos los santos

Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: a los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo. En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la Iglesia militante. Esa es muchas veces la santidad «de la puerta de al lado», de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios, o, para usar otra expresión, «la clase media de la santidad»

Dejémonos estimular por los signos de santidad que el Señor nos presenta a través de los más humildes miembros de ese pueblo

Farancisco, Gaudete et exultate