A las puertas

no habrá más seres que no han nacido aguardando la puerta, gimiendo para que los dejen entrar. Cada alma tendrá su ocasión de saborear la vida, que sin duda es lo más delicioso que existe…Ya no tendremos que montar guardia a la puerta y decir, lo lamento, pero no podéis entrar, sois indeseados, sois demasiados. En cambio podremos decir: entrad, os queremos aquí, os queremos a todos.

Coztee, Siete cuentos morales

Los bárbaros

Cavafis en un célebre poema lamenta vivir en un mundo en que ya no se espera la llegada de los bárbaros. “Y ahora”, exclama, “¿qué será de nosotros, sin los bárbaros?”. El bárbaro, como el centauro, pertenece al territorio misterioso de lo sagrado. Allí está el inacabable reino de lo Otro: el mundo del sueño, de los deseos más ocultos, de lo extraño y maldito. Por eso bárbaros y centauros nos inquietan, tememos recibirlos pues no sabemos qué nos pedirán. Pero ¿qué nos queda sin ellos? ¿El desierto de los manuales de autoayuda, de los congresos del bienestar, de los programas radiofónicos sobre técnicas sexuales?

Gustavo Martín Garzo

Oración contemplativa

la oración contemplativa conduce al encuentro personal con el maestro viviente que habita en nuestros corazones, realiza la encarnación en nosotros, es decir, transforma nuestra vida por la acción de Espíritu Santo que actúa en la pasividad de la voluntad. La meditación contemplativa es la relación plena con cristo, que habita en nosotros.

Monastero senza Mura, John Main

Refugiados

Caminábamos pisando el barro, que nos llegaba a los tobillos, y formando una caravana infinita de hombres, mujeres, niños, ancianos; todos cargados de fardos, cestas, bolsas y maletas. Algunos tiraban de los carros de mano, otros empujaban cochecitos de bebé.

Ea el tiempo menos propicio que hubiéramos podido coger para aquella marcha: la temperatura rondaba los cero grados y el cielo era de un blanco grisáceo, tan vasto que una no sabía donde terminaba y donde empezaban los campos, del mismo color blanco grisáceo, a ambos lados  de la carretera. Si, además, comenzaba a nevar, estaríamos perdidos.

Vulnerable

      ( el sacerdote del s.XXI) tendrá el corazón traspasado, herido por la locura de amor, herido por la consciencia que nace de la impotencia en tener éxito a través de sus propios medios, herido por el sentimiento de ser él mismo digno de piedad, de ser puesto en cuestión; al mismo tiempo, este nuevo sacerdote del mañana, será un hombre convencido de que es de ese corazón herido de donde debe brotar la fuerza de su misión.

Karl Rahner

Sacerdotes

Montfort los veía caminar…

…por los caminos de la pobreza y de la humildad, despreciados por el mundo, enseñando según el Evangelio y no de acuerdo con las sabidurías del mundo. He aquí los hombres que están al llegar… Pero ¿Cuándo y cómo será esto? Solo Dios lo sabe; a nosotros nos toca callarnos, desear y esperar.

De hecho, Montfort ve futuros apóstoles, sacerdotes pobres y sencillos, abrasados por el fuego del Espíritu Santo, que realizan con la pobreza de medios, la renovación del mundo