En el zoco

En otras palabras el sufí ve a Dio en todo y todo en Dios, sin que ello implique apartarse del mundo, puesto que el sufismo es una tradición espiritual con un fuerte sentido comunitario, que no aboga en ningún caso por el aislamiento. La soledad, la santa soledad del sufí, se vive en comunidad, Para el sabio sufí, vivir en y con dio significa vivir con y entre los hombres.  Ser un contemplativo y vivir en sociedad no son, a ojos islámicos, realidades antitéticas, sino todo lo contrario. El hombre nace y muere solo, pero vive en compañía. Un viejo proverbio árabe dice que quien no va al zoco una vez por semana se le muere el corazón.

Halil Bárcena

Mundo es

Venía por la calle Barquillo, al final del día, y miraba las luces, sólo luces, las de los pilotos de los coches, las del semáforo de Almirante, la luna llena del farol del teatro Infantas…Y me parecían las verdaderas flores  silvestres de la ciudad. Era todo lo que tenía….las luces podían con todo, quiero decir que, como las flores, crecían en silencio, y yo oía su silencio.

Andrés Trapiello

Tan dulce, tan atento, tan sensible

El sabía vibrar. Era un hombre sin doblez, con unos granes ojos claros que no sabían mentir. Si al primer vistazo se le creía rudo es porque nos devolvía inmediatamente, intuitivamente, nuestra propia rudeza con él, sin que esta pudiera afectarlo y ni siquiera tocarlo…

Guy Luisier, Los diarios del Hijo pródigo

El espejo

Felipe IV: ¿Velázquez, no te había prohibido que me pintaras otro retrato?

Velázquez: Y no lo he hecho

FIV: ¿Te burlas de mi? ¡Has hecho un retrato de mi persona sin mi permiso!

V: Señor, eso  es un espejo….en el espejo no pinta ningún hombre, en el espejo pinta la naturaleza sin que nuestra mano haga algo.

FIV: ¡Pero el espejo refleja el cuadro que estás pintando en este cuadro!

V: Ese cuadro solo existe en la parte de atrás, yo no he pintado nada. Majestad, no estáis en el cuadro…

Santiago García, Las Meninas, Premio Nacional del Comic 2015, ilustraciones de Javier Olivares

 

Iluminación del Cardoner

Una vez iba por su devoción a una iglesia, que estaba poco más de una milla de Manresa, que creo yo que se llama sant Pablo, y el camino va junto al  río Cardoner; y yendo así en sus devociones, se sentó un poco con la cara hacia el río, el cual iba hondo. Y estando allí sentado se le empezaron abrir los ojos del entendimiento; y no que viese alguna visión, sino entendiendo y conociendo muchas cosas, tanto de cosas espirituales, como de co-sas de la fe y de letras; y esto con una ilustración tan grande, que le parecían todas las cosas nuevas. Y no se puede declarar los particulares que entendió entonces, aunque fueron muchos, sino que recibió una grande claridad en el entendimiento; de manera que en todo el discurso de su vida, hasta pasados sesenta y dos años, coligiendo todas cuantas ayudas haya tenido de Dios, y todas cuantas cosas ha sabido, aunque las ayunte todas en uno, no le parece haber alcanzado tanto, como de aquella vez sola. Y esto fue en tanta manera de quedar con el entendimiento ilustrado, que le parescía como si fuese otro hombre y tuviese otro intelecto, que tenía antes.

Autobiografía de san Ignacio de Loyola