este mundo en llamas me inflama aún más
Javier Melloni

este mundo en llamas me inflama aún más
Javier Melloni
Es un lugar del alma, no del mundo/ y te encuentras en él contigo mismo”
Eloy Sanchéz Rosillo
Ven, dame tus sollozos y estréchate en mis brazos,/ y deja que te bese las mejillas/ mojadas. Criatura que te acoges,/caída en ese rapto de la pena,/ a un pecho tan oscuro. Y escucha cómo bate/ dentro el amor, allí, naciendo el mundo.
Francisco Brines
Alas que arraiguen y raíces que vuelen
JRJ
escribo porque al abrir el seno de una palabra escuentro la iluminación última del beso, porque pronuncio a solas mi única verdad. (…) escribo porque nunca fue más bello el engaño”
Javier Lostalé
Mi espíritu adormecido despierta con la brillante luz del día a la fascinante y delicada naturaleza. tengo sed de todo lo que es bello y grande y cautivador. Quiero hacer vibrr mi cuerpo y mi espíritu hasta arrancarles todos sus sonidos.
Nahui Olin
Soñar es lo más necesario que existe: necesitamos buscadores de perlas, niños que hablen con animales, casas con siete tejados, cabezas que canten en un plato, ballenas blancas, lazarillos que nos devuelvan a los lugares de la abundancia y el deseo”
Gustavo Martín Garzo
el monje, todavía joven, acepta, no sin zozobra, los límites del mundo en los que él mismo ha elegido confinarse, y en el interior de los cuales ahora ha de encontrar de manera exclusiva toda la riqueza espiritual, emocional, intelectual y poética, que necesita para vivir en plenitud.
Antonio Muñoz Molina comentando El signo de Jonás, de Thomas Merton
La roca del mundo está solidamente asentada sobre las alas de un hada.
F. Scott Fitzgerald, El gran Gatsby
Cogí el cuchillo, me lo llevé al pecho, lo clavé con fuerza, corté abajo y en círculo, me arranqué el corazón y lo deposité, todavía caliente, en la página. Pero no sangraba lo bastante. Las palabras sonaban tontas”
Tom Spanbauer
Los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo
Wittgenstein
Hablemos, dialoguemos, razonemos, escuchemos, repliquemos, propongamos, confrotémonos. Pero, por favor, evitemos el enfrentamiento personal o la falta de respeto.
Cardenal Omella