La infancia

Se trata sin ningún género de duda de la etapa más importante de la vida, en la que se capta el mundo directamente, cuando nos lo permiten, por supuesto, si la guerra o unos padres insensibles no se interponen en nuestra percepción. Es la edad en la que uno se hace las preguntas esenciales. Un niño de seis años, de camino a la escuela, es capaz de preguntar a sus padres: «¿Quién es Dios? ¿Por qué ese hombre estaba triste? ¿Por qué estoy yo triste a veces?» Los adultos ya no se plantean demasiado estas preguntas. Las integran en su rutina, en su vida cotidiana, sus preocupaciones son casi siempre materiales, mientras que el niño, que tiene un contacto primero con todas las cosas, tiene una relación a la vez muy directa y espiritual con los objetos, con los seres. La capacidad de observación de los niños es maravillosa.

Aharon Appelfeld

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oración de la serenidad II

Viviendo día a día; disfrutando de cada momento; sobrellevando las privaciones como un camino hacia la paz; aceptando este mundo impuro tal cual es y no como yo creo que debería ser, tal y como hizo Jesús en la tierra:así, confiando en que obrarás siempre el bien; así, entregándome a Tu voluntad, podré ser razonablemente feliz en esta viday alcanzar la felicidad suprema a Tu lado en la próxima.

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