¡Oh monte, oh fuente, oh río,!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.
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Oda a la vida retirada II
Oda a la vida retirada
Exceso
El exceso es la superación entusiasta del puro cumplimiento, es vivir la entrega a Jesús como algo que es necesario, como algo que para nosotros es obvio. Pero sobretodo como algo que es grato, que es sabroso. Por eso la facilidad para excederse en las manifestaciones concretas de la entrega: en la abnegación por los demás, en la generosidad, en el desprendimiento, en la capacidad para perdonar, en la humilde aceptación de las propias limitaciones, en la oración abundante, en una sabrosa alegría como música de fondo, y tantas cosas que no se conocen cuando se vice solo en el cumplimiento»
M. Matos
Te Deum y IV
Te Deum III
Te Deum II
Te Deum
Ni uno ni el otro
ni el poeta ni el religiosos salvarán el mundo ni cambiarán estruendosamente la vida de nadie. Ambos son poca cosa, como la llovizna, lumbre breve. Y, sin embargo, mediante sus actos de amor, se levanta una casa, un lugar donde habitar, un espacio sencillo para la felicidad. Bendito sea quien a ella llegue»
Víctor Herrero de Miguel
Eternidad
Retrete interior
Quien pueda debe tener mujer, hijos y bienes, pero sin aficionarse tanto a ellos que su felicidad de ellos sólo dependa. Siempre conviene tener una estancia, secreta y propia, en la que establezcamos nuestra verdadera libertad y nuestra principal soledad y retiro. Allí es donde debemos ordinariamente platicar con nosotros mismos, haciendo ese lugar tan privado que ningún conocimiento ni amistad extraña penetre. Y allí hemos de discurrir y regocijarnos, sin mujer, sin hijos, sin bienes, sin pompas, sin criados; y de ese modo, cuando perdamos todo eso no nos será novedad pasarnos sin ello. Tenemos un alma que puede replegarse sobre sí misma y a sí propia hacerse compañía, poseyendo medios propios de asaltar y defenderse, de recibir y de dar.
M de Montaigne